El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires sostuvo que el allanamiento realizado en la quinta «Los Abrojos» del expresidente, Mauricio Macri, fue una «nueva operación político-judicial».
El PJ manifestó que se trató de un «autoallanamiento tendiente a desacreditar al peronismo» para colocarlo «en la vereda de la persecución y de la intolerancia».
El PJ bonaerense afirmó que el juez Juan Manuel Culotta, quien ordenó el allanamiento «es casualmente condiscípulo del colegio Cardenal Newman» del expresidente.
«Culotta fue designado, en forma irregular, juez electoral durante la gestión de Cambiemos para ejercer el control político directo de las elecciones de aquel año», expresó el espacio.
La denuncia contra Macri, por incumplir el aislamiento «tras regresar de sus vacaciones europeas, no fue realizada por la Municipalidad de Malvinas Argentinas, conducida por el compañero Leonardo Nardini».
Gorra y uniforme
«Los peronistas no andamos con gorra y uniforme soplándole a la Justicia infracciones o delitos de nuestros oponentes, a quienes les damos pelea en la discusión de ideas y en las urnas», destacó el documento.
«Considerando el origen espurio de la medida del juez Culotta no nos caben dudas que estamos ante una nueva operación política-judicial de un autoallanamiento tendiente a desacreditar al peronismo para colocarlo en la vereda de la persecución y de la intolerancia».
«Nada más alejado de la realidad», afirmó en ese sentido el espacio en el documento.
En ese contexto, advirtió que «los perseguidos por la intolerancia antiperonista renovada durante los cuatro años de Macri han sido nuestros compañeros y compañeras, que debieron soportar el vejamen de la prisión preventiva justificada por la doctrina Irurzun».
«Y, fundamentalmente, nuestra compañera, Cristina Kirchner, sobre quien descargaron todo el odio oligárquico y mendaz a través de jueces y fiscales prevaricadores», resaltó el documento.
Interna opositora
El PJ bonaerense lamentó además que «la interna de la oposición comience a dirimirse mediante maniobras judiciales que buscan oxigenar el liderazgo decrépito de alguien que no se resigna a aceptar que otros dirigentes de su espacio sean más valorados que él».
«La oposición debería aprender que los partidos seleccionan a sus candidatos y dirigentes con métodos democráticos», afirmó.
Por último, el espacio destacó: «sin embargo, recurre al montaje de un autoallanamiento al servicio de la posverdad, olvidando que ‘la mentira tiene las patas demasiado cortas y enseguida se le alcanza'».
El juez Culotta ordenó ayer un procedimiento en la quinta «Los Abrojos», donde vive el expresidente Macri para acceder a las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar.
La medida se tomó para establecer si el exmandatario violó la cuarentena tras su regreso de su viaje a Europa.
Pedido del fiscal
La medida la pidió el fiscal federal Jorge Sica, quien tiene delegada la investigación iniciada a partir de una denuncia contra Macri, informaron a Télam fuentes judiciales.
La denuncia se originó a partir de la reunión que el expresidente mantuvo con intendentes bonaerenses del PRO, a una semana de su regreso de Europa, el 3 de septiembre, y antes de concluir los 14 días de cuarentena obligatoria que debía cumplir por volver del exterior.