El gobierno está viviendo algunos de sus mejores días después del riesgo de naufragio de marzo y abril. Todo parece marchar muy razonablemente (para sus intereses):
- El dólar estabilizado,
- La inflación mensual más baja desde diciembre,
- Riesgo país en baja,
- Pequeños indicios de reactivación mes a mes,
- Índice de confianza del consumidor es el más alto de los últimos 12 meses,
- Se percibe más calma la calle vía cobro de aguinaldos y primeros incrementos por paritarias,
- El FMI aprueba los avances logrados y decide depositarle una nueva cuota del crédito comprometido,
- Trump sigue enviando mensaje de apoyo,
- Crece la aprobación de la gestión presidencial y el optimismo sobre el país,
- Se profundiza la polarización tal cual deseaba,
- Se estanca / diluye la opción Lavagna,
- Se achica la diferencia respecto a los Fernández.
Para ser “pro cíclico” el oficialismo acciona con cosas como:
- El subsidio a la cuota de los créditos UVA (anabólicos a favor del consumo y quita angustias),
- El enfrentamiento con capos sindicales (satisfacción simbólica hacia la mayoría del electorado),
- La defensa de las empresas tecnológicas (transmitiendo visión de futuro vs. el pasado),
- El anuncio del servicio cívico voluntario (satisfacción simbólica para evitar el drenaje de votos por derecha),
- Confrontación sistemática y fuerte contra dirigentes del kirchnerismo (para que el que está en el medio dudando tenga claro de qué se trata la película),
- Sigue levantando el volumen de las PASO para dramatizarla y provocar una mayor participación, lo que le ayudaría teóricamente a reducir la diferencia que le llevan los F.
Cuando el lector lea esta nota quedarán 3 semanas de campaña. Poco tiempo visto desde la política. Mucho tiempo para el electorado que está en “modo vacaciones de invierno”. Esa estacionalidad hará que el interés por la elección sea tardío y los dubitativos / despolitizados reflexionen la última semana pre electoral.
El consenso de economistas indica que es poco probable que la situación dólar sufra contratiempos de acá al 11 de agosto. Sin embargo, si la diferencia a favor de los F es mayor a los 5 puntos, alguien va a sufrir un fuerte dolor de cabeza el lunes 12.
Si bien el gobierno cuenta con un cierto beneplácito en la agenda de algunos medios de comunicación, y la geopolítica mundial le juega a favor al presidente, eso no define la intención de voto de los ciudadanos. Sobre todo de los menos informados / politizados / ideologizados. Por lo tanto, los 18 puntos identificados en la primera parte de esta columna no implican una aplicación mecánica favorable al oficialismo. Sí contribuyen a generar el “mundo de sensaciones” necesario (tal cual lo apuntábamos la semana pasada).
Para lograr su objetivo en las PASO el gobierno no debería embriagarse con sus propios logros, cayendo en una situación de soberbia, ya que seguirá estando en una zona de riesgo de acá a octubre. Ha cometido suficientes errores en 43 meses como para considerarlo un paciente en recuperación. Como los protagonistas de “Días de vino y rosas”.