El 6 de julio de 1977 tuvo lugar en Mar del Plata una las cacerías más salvajes que se llevaron adelante en aquella ciudad durante la dictadura militar. Esa jornada trágica pasó a la historia como “la noche de las corbatas”, porque fueron secuestrados siete abogados y algunos de sus familiares, que estaban vinculados con los sindicatos y tenían militancia gremial y política. Fueron alojados en un centro clandestino que funcionaba en la Base Aérea, no muy lejos del centro de la ciudad, donde fueron sometidos a torturas. Los secuestros fueron ejecutados por el Ejército, que puso en la mira a los letrados que se animaban a plantear recursos de hábeas corpus por los compañeros desaparecidos.
Los familiares de los abogados secuestrados y desaparecidos acusaron al juez Pedro Cornelio Federico Hooft, nombrado como juez penal en esa ciudad el 7 de junio de 1976, de haber sido cómplice de aquellos delitos, por no haber recibido los escritos presentados por sus familiares. Lo acusaron además de haber visitado incluso algunos de los centros clandestinos de detención. Hooft fue acusado por delitos de lesa humanidad, pero un jury de enjuiciamiento en 2014 desestimó los cargos y le permitió seguir en su cargo. De todos modos, la causa en su contra sigue su trámite.
Pedro Federico Guillermo Hooft es hijo del juez cuestionado y quiere ser juez federal en aquella ciudad. Su deseo no es condenable, por cierto. Hooft hijo se postuló para el concurso que realizó el Consejo de la Magistratura y su pliego fue enviado por el Ministerio de Justicia a la Cámara de Senadores para su aprobación. Pero la postulación es cuestionada por organismos de defensa de los derechos humanos, no por ser hijo del juez acusado de cómplice de la dictadura, sino por la forma en que ejerció su defensa cuando se hizo el jury en 2014.
En aquella oportunidad, Hooft hijo llegó a amenazar a uno de los fiscales federales que estaba investigando a su padre. La Comisión Provincial de la Memoria sostuvo en una carta que “la presente oposición se inscribe en el incidente que protagonizó (Hooft) con el Fiscal Claudio Kishimoto, a cargo de la instrucción penal en la que se investigaba la responsabilidad de su padre por delitos de lesa humanidad, en la causa conocida como “La noche de las corbatas”. El referido Fiscal manifestó oportunamente que fue coaccionado al ser increpado en su domicilio por el Dr. Pedro Federico Guillermo Hooft, quien le recriminó por su actuación en la mencionada causa donde su padre era uno de los imputados, procediendo a grabar la conversación que habían mantenido para luego difundirla entre diputados y otros funcionarios con el propósito evidente de presionar al Fiscal, pretendiendo modificar su accionar. Declaró el Fiscal al Diario Página 12 que Hooft le expresó textualmente “no sé qué vamos a hacer con vos, por ahí te llevamos puesto”.
El pliego de Hooft es uno de los que está previsto para ser tratado este miércoles en la Comisión de Acuerdos del Senado. Este lunes la ex presidenta Cristina Fernández recibió en su despacho a representantes de varios organismos de defensa de los derechos humanos que se oponen a la aprobación del pliego de Hooft hijo no sólo por la poca sutil defensa que hizo de su padre acusado, sino porque en el juzgado federal N°1 de Mar del Plata hay varias causas en trámite por delitos de lesa humanidad.
“Solo al efecto, basta mencionar la activa defensa pública del accionar de su padre, Pedro Cornelio Federico Hooft, durante el proceso de juicio político llevado en su contra en la causa de “La noche las corbatas”. Ello se ha puesto de manifiesto en sus expresiones públicas en las que ha sentado una contundente opinión en pos de la impunidad por la vulneración de los derechos humanos mediante un plan sistemático de exterminio, a contrapelo de lo sostenido unívocamente por la justicia en el proceso de juzgamiento de los hechos acaecidos en la última dictadura cívico-militar”, recordó la CPM en la carta enviada al Senado. Los legisladores que responden a CFK ya anunciaron que se opondrán a apelar ese pliego.