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Tenía una cuenta en USA sin declarar.
Si el juez federal Claudio Bonadio activara algunas de las medidas que en su momento le pidió el fiscal Juan Pedro Zoni -antes de que lo sacaran de la causa-, la causa por el origen de los fondos que Alberto Nisman tenía depositados en Nueva York podría dar un giro inesperado. Aunque difícilmente ello vaya a ocurrir. El juez sólo ha tenido interés en usar la causa del Memo con Irán para perseguir a CFK, pero del otro expediente se desinteresó por completo.
En el dictamen del desplazado Zoni, al cual accedió CyR, aparecen algunos detalles de sumo interés si además se considera que en 2018 en esta misma causa por supuesto lavado de activos Sara Garfunkel y Sandra Nisman terminaron embargadas en 80 millones de pesos por la sospecha de que serían partícipes de la maniobra. Veamos:
– El fiscal pone fuerte acento en la figura del empresario Claudio Picón, que hasta ahora aparece como un actor periférico en la trama, habitualmente mencionado sólo como alguien que le prestaba camionetas a Nisman y le presentaba mujeres. Zoni quiere conocer su patrimonio, origen de sus ingresos y propiedades.
En Comodoro Py domina la idea de que Picón es mucho más que un facilitador, sino que es un hombre muy ligado a la embajada de EE.UU. y que habría hecho parte de su patrimonio trabajando para Kroll, agencia privada de espionaje de larga actividad en Argentina y que supo tener como cliente VIP al magnate Raúl Moneta, hoy en el ostracismo, debido a su delicado estado de salud.
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– El fiscal señala además una serie de sociedades financieras de dudoso origen (posiblemente cuevas) en las cuáles sospecha Nisman movía grandes cantidades de dinero. Son seis sociedades de las cuáles una, ubicada en la calle Brandsen, en el barrio de la Boca, también aparecía en la causa por presunto contrabando en la cual se investigaba al espía Jaime Stiuso cuando este fue denunciado por Oscar Parrilli ante el juez penal económico Rafael Caputo.
– Aparece otro elemento a destacar. Se trata del emprendimiento inmobiliario Pueblo Mio en Uruguay, en el cual Sara Garfunkel sería propietaria de tres lotes. Zoni quiere conocer los detalles de esa adquisición porque entiende que podría haber nuevos elementos que permiten sostener la teoría del lavado de activos.
Todo el panorama tiene una nueva lectura por esta horas, luego de que la AMIA le pidiera a la DAIA que se bajara de la querella contra CFK en la causa por el Memo con Irán, que en su momento instruyó Bonadio y que elevó a juicio oral. Ese expediente fue usado por la dirigencia de Cambiemos para hacer campaña y ahora pierde sustento.
