| Beneficio

El represor Miguel Etchecolatz, con arresto domiciliario

Fue condenado cinco veces a prisión perpetua. Tiene 88 años y cumplirá el resto de su condena en su casa de Mar del Plata, según lo resolvió el Tribunal Oral n°6.

Etchecolatz, durante uno de los juicios.

Etchecolatz, durante uno de los juicios.

El condenado represor Miguel Etchecolatz, varias veces condenado por delitos de lesa humanidad, gozará del beneficio del arresto domiciliario que se les otorga a los presos que tienen más de 70 años.

El Tribunal Oral Federal N°6 le otorgó el beneficio al genocida condenado cinco veces a penas de prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar.

Según se informó esta tarde en los tribunales federales, el represor condenado pasará a cumplir su condena en su domicilio de la ciudad de Mar del Plata.

Los jueces del tribunal oral José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero ordenaron el traslado de Etchecolatz a su casa, ubicada en la calle Nuevo Boulevard del Bosque, entre Guaraníes y Tobas, de la ciudad de Mar del Plata.

El tribunal había aclarado que la medida sería efectiva «siempre y cuando Etchecolatz no se encuentre detenido con prisión efectiva a disposición de otro órgano jurisdiccional». Sin embargo, en las otras cinco causas ya había obtenido ese beneficio.

«Cabe señalar que los graves delitos por los que está siendo actualmente juzgado el imputado en esta sede y el rol que habría cumplido en los hechos no autorizan a este tribunal ‘per se’ a desoír las garantías impuestas por nuestra Constitución Nacional y diversos instrumentos que han sido incorporados», dijeron los camaristas.

«No es un derecho, pero teniendo en cuenta los criterios de la Cámara, de la Corte Suprema, los tribunales internacionales, lo que comienza como beneficio se convierte en un derecho», dijo el juez Martínez Sobrino a Radio Nacional.

«Evaluamos la edad, el estado físico delicado, hicimos  cuatro reconocimientos médicos con médicos del Cuerpo Médico Forense de la Corte y con médicos del Servicio Penitenciario. También tuvimos en cuenta que en todas las causas estaba con prisión domiciliaria o el cese de la prisión preventiva», agregó el juez.

Miguel Etchecolatz fue un alto jefe de la policía de Buenos Aires durante la dictadura, cuando la fuerza de seguridad estaba a cargo de otro genocida, el general Ramón Camps.

En virtud de su cargo, fue responsable de 21 campos clandestinos de detención que funcionaron en la provincia, en los que fue visto en forma reiterada, según dijeron sobrevivientes.

Entre estos se encontraron el Pozo de Quilmes, el COT1 Martínez y la División Cuatrerismo de La Plata (Arana). También fue responsable por la «Noche de losLápices«, cuando varios estudiantes secundarios fueron secuestrados en La Plata por reclamar un boleto estudiantil.

Después de la derogación de las leyes de punto final y obediencia debida, Etchecolatz fue condenado a prisión perpetua en 2006. Tras la condena desapareció el testigo Julio López.