
Como cuando aprovechó la vocación “argentinizadora” de Néstor Kirchner y Julio De Vido para concentrar en sus manos el mayor imperio eléctrico del país sin conocimiento previo del rubro ni demasiado dinero propio, Marcos Marcelo Mindlin decidió en enero abalanzarse sobre la oportunidad. Horas antes de que Mauricio Macri volara hacia Davos, el dueño de Pampa Energía y Edenor llamó desde los Alpes a un contacto en Presidencia para ofrecerle una reunión con rockstars de Wall Street como Rick Rieder y Dan Loeb, administradores de fondos que decuplican las reservas del Banco Central a quienes conocía de sus años como discípulo del magnate George Soros. Tal era el quilataje de sus amigos que la cita concertada a último momento fue la que inauguró la ajetreada agenda suiza del mandatario, en un salón del mismo hotel Seehof donde se hospedó. Mindlin y Macri volvieron a verse la semana pasada, en la Casa Rosada, para ponerle el moño al nuevo salto adelante del cordobés criado en Olivos: su desembarco en las energías renovables y la compra de la filial local de la maltrecha Petrobras.
Mindlin fue el más veloz de los beneficiarios de la era K a la hora de aprovechar los vientos del cambio. El parque eólico de 180 megawatts que proyecta levantar a 20 kilómetros de Bahía Blanca tiene un lugar prácticamente asegurado en la licitación que lanzó anteayer el Presidente para subsidiar a los pioneros de la energía verde, a tal punto que una compañía extranjera desistió de competir por considerar que se trataba de un traje hecho a su medida. Junto con Nicky Caputo, dueño de Central Costanera, también lleva todas las de ganar en la compulsa que se abrirá la semana próxima para fijar el precio de la nueva electricidad que se genere con turbinas a gas. Allí planea invertir u$s 120 millones.
La lupa en los últimos días se
posó sobre Macri Investment Group
La adquisición de los activos locales de Petrobras, en pleno desguace, puede llevar en un año y medio a que el nombre de Pampa (un frigorífico quebrado cuyo sello compró Mindlin en los albores del kirchnerismo para borrarle a su fondo Dolphin la pátina “noventista” de lo anglosajón) aparezca por primera vez ante el público, sin intermediaciones, en las casi 150 estaciones de servicio hoy pintadas de verdeamarelo. Pero es una compra con poca plata propia, parecida al ingreso de los Eskenazi a YPF. Financista de raza, como ellos, Mindlin apunta a repetir los pases de magia gracias a los cuales se alzó con Transener y con Edenor entre 2004 y 2005 desembolsando apenas u$s 18 millones frescos por la primera y menos del 10% de lo que pedía Electricité de France por la segunda. ¿Cuál será el truco esta vez? Según especulan en la filial, hoy virtualmente acéfala, endeudar en el exterior a la ex Perez Companc en u$s 200 millones para cancelar el crédito puente a un año que le extendieron el Citi, el Deustche y el Galicia para cubrir el anticipo del 20% abonado el viernes.
De Panamá al Vaticano
El cambio cultural y la construcción de una nueva épica meritocrática que propugnan los coroneles más ideologizados del Gobierno, como Gustavo Lopetegui, requieren desmentir ante la sociedad aquella máxima de Honoré de Balzac citada a inicios de El Padrino por Mario Puzo: “Detrás de toda gran fortuna hay un delito”. Pero más allá de los escasos ejemplos de self made men impolutos e innovadores que ofrece la burguesía criolla, el escándalo de los Panama Papers que salpica al mismísimo linaje presidencial y las crecientes evidencias de corrupción de la gestión kirchnerista reavivan inoportunamente el eco del “que se vayan todos”. Tampoco ayudan a aventar ese desencanto decretos como el publicado el martes, que multiplicó por siete los montos máximos por los cuales los funcionarios pueden realizar gastos sin llamar a licitaciones públicas.
La investigación de los papeles panameños, que arrancó casi circunscripta al formalismo de si hubo omisiones en declaraciones juradas, terminó por convertirse en una inspección judicial del patrimonio íntegro de la familia Macri, en una causa de consecuencias políticas imprevisibles que ya acumula tres cuerpos de más de 200 fojas en el quinto piso de Comodoro Py. Su objeto es reconstruir la vida contable de las offshores Fleg Trading, Kagemusha y Owners do Brasil y establecer si el Presidente intervino en sus decisiones y si al hacerlo violó la Ley Penal Tributaria. Incluso aunque no llegue a una condena, su mero trámite habilita al fiscal Federico Delgado y al juez Sebastián Casanello a escarbar en los vericuetos más íntimos del holding familiar que Franco Macri convirtió en un lucero en el firmamento contratista. ¿Será todo mostrable?
Por ahora, se mantendrá la cohabitación
bonaerense macri-massista
La lupa en los últimos días se posó sobre Macri Investment Group, una offshore radicada en el Reino Unido que figura en la declaración jurada del Presidente de inicios de 2014 pero no en la del año siguiente. También sobre el posible tránsito por una cuenta en Italia de u$s 9,3 millones surgidos de un pase de manos entre las controladas brasileñas del conglomerado. Por eso partieron desde Comodoro Py exhortos con pedidos de información hacia Bahamas, Roma, Londres y San Pablo. Todos deben ser vehiculizados por la Cancillería, cuya titular Susana Malcorra se entregó a tiempo completo a su campaña para la secretaría general de la ONU. El envío de los exhortos quedará a cargo de quienes procuran contener la despiadada interna entre radicales y exmenemistas que se desató desde que asumió Macri entre los poco más de mil diplomáticos de carrera en actividad: los dos exTelecom que trajo consigo Malcorra (Patricio Benegas y Sergio Canú) y el virtual jefe político de “la Casa”, Javier Salmoyraghi, quien logró deshacerse en tres meses del ruckaufista Marcelo Suárez Salvia (“Tanguito”), un topo que había plantado como jefe de Gabinete Fulvio Pompeo, el asesor personal del Presidente sobre asuntos externos.
Si el Gobierno frena esos pedidos de Casanello, el juez podrá reclamar celeridad desde una tribuna inmejorable: el coloquio anticorrupción que compartirá con el Papa Francisco el 3 y 4 de junio en el Vaticano, en apenas dos semanas. Hacia allí también partirán el supremo Ricardo Lorenzetti y sus colegas Ariel Lijo, Julián Ercolini y María Romilda Servini de Cubría. Acaso esa incómoda convocatoria haya disparado la denuncia retroactiva de Margarita Barrientos y el repentino arranque anticlerical del Pro.
Pasos perdidos
El veto que anunciará hoy Macri de la ley antidespidos, en esa maraña de conflictos políticos, luce como una preocupación menor si las CGT no responden, como quisieran las CTA, con la convocatoria a un paro nacional. Pero los reproches a los gritos entre Sergio Massa y el radical Mario Negri en el salón de los Pasos Perdidos pusieron a María Eugenia Vidal frente a un precipicio inesperado. Tal como probaron los graves disturbios de ayer dentro y fuera de la Legislatura bonaerense mientras Cambiemos procuraba aprobar la Emergencia Administrativa, la gobernadora depende del apoyo massista para mantenerse a flote. ¿Y si la ruptura en el Congreso se traslada a La Plata?
Por ahora la cohabitación bonaerense macri-massista se mantendrá. Vidal ya pagó por adelantado con puestos legislativos clave y con cargos como el de Mauricio D’Alessandro, un director del Grupo Banco Provincia que ejerce su función casi exclusivamente desde los estudios de TV que frecuenta. La gobernadora sabe que son apoyos con vencimiento cercano: el inicio de la campaña hacia 2017. Pero no por eso dejó de reprocharle a los artífices de la ruptura en el Congreso que hayan apurado los tiempos.
Fuente: BAE.