Abogados mal pensados comentaban anoche en los pasillos de Comodoro Py la decisión del juez Casanello de ordenar el arresto de Lázaro Báez y su contador por peligro de fuga. Esos letrados desconfiados decían que la decisión del juez le vino como anillo al dedo al Gobierno para que el presidente Macri saliera del centro de la escena por los Panamá Papers.