La reunión del viernes último entre el ministro Germán Garavano y los jueces federales dejó impresiones encontradas entre los magistrados que entienden en las causas que importan al micromundo de la política.
El clima de la reunión organizada por el camarista Martín Irúrzun fue cordial, pero a la salida no tardaron en armarse pequeños grupos para intercambiar opiniones sobre las el plan que les presentó Garavano, mejor conocido como «Justicia 2020».
Ariel Lijo, Rodolfo Canicoba Corral y, sopresivamente, Eduardo Farah, fueron lo que expresaron críticas más duras contra la propuesta del ministro de Justicia de Cambiemos.
Lijo directamente se refirió a todo el plan como «un delirio». El juez del caso Ciccone dijo en una reunión posterior que en realidad Garavano necesitaba inventarse ocupaciones porque la interacción con los jueces del fuero ya corría absolutamente por parte de Daniel Angelici, quien les ha dicho a los jueces que Garavano tiene prohibido acercarse «a rosquear» en Comodoro Py.
El presidente de Boca, denunciado por Elisa Carrió hace unos días por ese rol de nexo con la Justicia federal, no especificó quien estableció esa veda.
Julián Ercolini ofreció una visión más optimista: sostuvo que el plan Justicia 2020 lo coordina Ricardo Gil Lavedra y que por eso «iba a ser algo prolijo».