| Causa penal

Un caso que cruza a periodistas con espías preocupa en Casación

La causa estuvo a cargo de Sandra Arroyo Salgado. Fueron procesados varios periodistas acusados de espionaje. El tema interesa Lorenzetti porque fue una de las víctimas. Preocupaciones para todos.

Arroyo Salgado estuvo a cargo de la investigación.

Arroyo Salgado estuvo a cargo de la investigación.

La Sala III de la Cámara de Casación Penal se apresta a tratar antes de fin de año la causa que vincula a periodistas con exintegrantes de las fuerzas de seguridad en un accionar mafioso dedicado a pinchar correos electrónicos de políticos, empresarios y comunicadores.

El editorialista Carlos Pagni, el presentador Roberto García, el escritor Jorge «Tata» Yofre y el entrepreneur Edgard Mainhard son la punta del iceberg de una maniobra supuestamente urdida por el coronel retirado Daniel Raimundes con el apoyo del empresario Nestor Ick, según la causa que se tramite en la Justicia federal.

Tienen que resolver los jueces Eduardo Riggi, Mariano Borinsky y Liliana Catucci. Para Borinsky es muy complejo porque vive pendiente de su reflejo en los medios y no quiere dar la imagen de verdugo de la prensa.
Pero por otro lado alguna respuesta habrá que dar ya que uno de los espiados era nada menos que Ricardo Lorenzetti, quien esta pendiente de la resolución del caso (¿tendrá esto que ver con que en su editorial televisivo semanal García habla constantemente del presidente de la Corte y lo defiende a ultranza?).
García tiene un hijo abogado que se desempeña en el estudio de Alfredo Lijo, influyente abogado hermano del juez federal Ariel Lijo.
El periodista le habría requerido a Fredy el cierre del caso cuando este se encontraba en etapa de instrucción en el juzgado de Sandra Arroyo Salgado, en San Isidro. La respuesta no llegó y Pagni replicó con duras menciones al abogado y a su hermano juez en el diario La Nación.
El juez Borinsky logró su cargo con apoyo de la SIDE y gracias a los oficios del abogado Darío Richarte que fue funcionario del organismo y que ahora se dedica a actividades más livianas como despuntar en los VIPs de festivales musicales.
En un caso por espionaje este dato cuenta porque el sector que apadrina a Borinsky querría una sentencia ejemplar contra Raimundes.
Esa podría ser la alternativa que resuelva el caso: enviar a juicio a Raimundes y a Ick y preservar a la pata periodística de la operación. Catucci estaría de acuerdo en este planteo algo extraño porque se sabe que desprecia a Borinsky.
Los plazos del caso inciden porque Catucci y Riggi han comenzado a barajar la idea de retirarse del cargo a fin de año. Dos vacantes nuevas para el próximo gobierno.

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