Con severas críticas a las internas que existen el seno del Ministerio Público, la Sala I de la Cámara Federal ratificó al fiscal Germán Moldes, quien había sido recusado por el canciller Héctor Timernan, en la causa que se inició por la denuncia del fiscal Alberto Nisman.
La decisión fue tomada de manera unánime por la sala I del Tribunal de apelaciones que ahora tendrá que decidir si da curso a un recurso de Casación ya presentado por Moldes contra la decisión de desestimar la denuncia hecha contra la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner y otros, informaron fuentes judiciales.
Esta decisión se tomaría la próxima semana, explicaron fuentes judiciales.
Al ratificar a Moldes en el trámite de la denuncia, los camaristas Eduardo Freiler y Jorge Ballestero firmaron un voto conjunto en el cual criticaron actitudes del fiscal general pero admitieron que eso no basta para apartarlo del caso.
«Deseamos manifestar que nos apena que en este ámbito se estén debatiendo cuestiones como las que ahora nos ocupan, que atañen al seno de un órgano de jerarquía constitucional, como lo es el Ministerio Público Fiscal», advirtieron Ballestero y Freiler.
Y consideraron que «las manifestaciones vertidas por el Dr. Moldes a través de medios periodísticos, que luego fueron respondidas por uno de sus colegas ante la Cámara de Casación Penal, tiñen de sospecha la actuación de miembros de ese organismo, al que él también pertenece, y son pasibles de generar en la opinión pública una gran desconfianza en la administración de justicia de nuestro país».
Los jueces se refirieron a una entrevista publicada en el diario La Nación en la cual Moldes aludía a los tiempos del trámite del recurso presentado ante Casación contra la desestimación de la denuncia de Nisman, por la conveniencia de que recayera en un fiscal de esa instancia no perteneciente a la agrupación Justicia Legítima.
«Nos llama poderosamente la atención la seria descalificación que el funcionario recusado dirige a algunos de sus colegas del Ministerio Público en virtud de su posible identificación con el colectivo denominado “justicia legítima”, previendo que su actuación no se iba a ajustar a las constancias de la causa y al derecho aplicable, únicamente por ser, según sus palabras, “militantes” «, agregaron los dos camaristas.
«Advertimos que, una vez más, el funcionario, en lugar de circunscribirse a llevar adelante su función en este proceso como representante del Ministerio Público Fiscal ante esta Alzada, vuelve a arrastrar a estas actuaciones al plano político», concluyeron.
Pero si bien consideraron «cuestionable» la conducta del Fiscal General admitieron que «no alcanza para sustentar la pérdida de objetividad alegada» por los abogados de Timerman en su recusación. En un voto propio el camarista Eduardo Farah también rechazó la recusación.
«Resulta ajeno a la función de la judicatura adentrarse en las estrategias que puedan tener las partes que litigan ante ella -lo cual, obviamente, es tan aplicable a las defensas como a los acusadores, sean públicos o privados-, siempre que se mantengan dentro de los límites permitidos legal y reglamentariamente».
Para Farah «no hay evidencia en contrario de esto último aquí; sólo se han manifestado suposiciones o conjeturas sobre qué podría suceder con el trámite del recurso de casación en un ámbito en que los suscriptos no están llamados a intervenir», concluyó.
Si la Cámara Federal deniega el recurso presentado para llegar a Casación, Moldes deberá presentarse directamente en queja ante el máximo tribunal penal del país.