Cristina se defendió por cadena nacional.

Casi un mes después de la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman, su colega Gerardo Pollicita pidió hoy investigar a la presidenta Cristina Kirchner por el presunto delito de encubrimiento a los iraníes acusados por el atentado contra la sede de la AMIA.

En un dictamen de 62 páginas, Pollicita hace suyos los argumentos de la denuncia presentada el 14 de enero por Nisman y pide que Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman sean investigados por haber urdido un plan criminal para favorecer a los iraníes acusados por la Justicia argentina a través del memorando firmado con Irán.

A diferencia de la denuncia de Nisman, Pollicita no pide de entrada la indagatoria de los imputados, ya que sostiene que deben investigarse los hechos denunciados por Nisman en su escrito de 289 página, cuatro días antes de aparecer muerto en su departamento de Puerto Madero.

Mediante el requerimiento presentado ante el Juzgado Federal 3, a cargo de Daniel Rafecas y subrogado en estos días por Sebastián Ramos, el fiscal Pollicita también imputó al diputado nacional por el Frente para la Victoria Andrés «Cuervo» Larroque; al piquetero Luis D´Elía; al líder de Quebracho Fernando Esteche; al ex juez Héctor Yrimia y a Allan Bogado. Yrimia y Bogado –según la denuncia de Nisman- eran espías que intervinieron en la maniobra por la cual se intentó desvincular a los iraníes acusados de perpetrar el atentado contra la AMIA. Las autoridades de la ex SIDE sostuvieron que Yrimia y Bogado no pertenecían al organismo.

Después de señalar a los imputados, advierte que “ello sin perjuicio, conforme los parámetros de la presentación inicial, la responsabilidad penal que en los hechos denunciados pudieron haber tenido todas aquellas personas que intervinieron con conocimiento sobre su verdadera implicancia en la elaboración, negociación, concreción y consumación del plan criminal denunciado.

En el comienzo del escrito, presentado sobre el filo del cierre del horario de los tribunales, Pollicita sostuvo que fundamentaba su dictamen a partir de la denuncia presentada por su colega. Sobre el final, advierte que pedirá medidas de prueba, acto que se concretará más adelante.

Al calificar el delito de encubrimiento, que tiene una pena de hasta tres años de prisión, Pollicita escribió que “Es prácticamente unánime la doctrina al sostener que resulta indiferente que se logre o no el fin buscado por quien presta la ayuda. El encubrimiento es un delito de pura actividad, de peligro concreto, instantáneo y de efectos permanentes, de manera que su consumación coincide con la realización de la acción típica, sin que resulte necesario el logro de la finalidad buscada: que el favorecido eluda la investigación de la autoridad o se sustraiga a la acción de la misma”.

Este punto tiene su explicación si se recuerdan las declaraciones del canciller Timerman, quien sostuvo que las circulares rojas con los pedidos de captura por parte de Interpol para los acusadpos iraníes nunca habían sido levantadas y que además el memorando nunca había sido puesto en práctica por los dos países.

En este punto, Pollicita sostiene que la “responsabilidad a los acusados, es suficiente para consumir el tipo penal, pues, tal como lo interpreta la doctrina, no es necesario el logro de la finalidad buscada, en el caso, según sostiene el denunciante, frustrada por la negativa de Interpol de cancelar las circulares rojas”.

Agrega el dictamen que “la realización de acciones calificadas como ―ayuda consuma el tipo penal de manera instantánea, pues es suficiente para el legislador el riesgo de afectación al bien jurídico ―administración de justicia que se produce por la conducta de quien obstruye la tarea de investigar hechos delictivos y sancionar a sus responsables”.