En un reportaje radial, el fiscal Guillermo Marijuán, a quien se lo señala como muy amigo de Sergio Massa, se quejó de sufrir una persecución por parte de su jefa, Alejandra Gils Carbó, que se extendería, según su relato, a sus empleados. Sostuvo que quienes trabajan en su fiscalía están contratados desde hace año y que sus cargos no se efectivizan por estar enfrentado con la titular de la Procuración. Cerca del despacho de la procuradora dicen que las cosas son diferentes: aseguran que Marijuán fue invitado a reuniones en las se trataron esas cuestiones y que él no apareció.