Campagnoli había sido supendido en diciembre.

El Jurado de Enjuiciamiento de Ministerio Público Fiscal tiene tiempo hasta esta medianoche para retomar y completar el juicio por supuesto mal desempeño contra el fiscal José María Campagnoli, pero el proceso no podrá finalizar por desacuerdo entre sus integrantes y y el jury caerá automáticamente.

Para satisfacer los requisitos legales, el tribunal debería, dentro del día, citar a las partes a audiencia, terminar de escuchar a los testigos propuestos por fiscales y defensa, invitar a los representantes del ministerio público y del imputado a alegar y dictar el veredicto, absolviendo o destituyendo a Campagnoli.

Caso contrario, vencido el plazo de 180 días desde que, en diciembre de 2013 fue suspendido por supuestas irregularidades en su desempeño, Campagnoli no podrá volver a ser juzgado por los hechos que se le imputaron en esta causa.

A Campagnoli se le atribuyó haber investigado al empresario Lázaro Báez cuando carecía de supestamente de competencia para hacerlo al cambiar el curso procesal de una causa que se terminó tramitando en la justicia federal.

«La absurda imputación de Gils Carbo a Campagnoli no pudo ser juzgada. Hoy termina ese bochorno sin sentencia, pero la gente ya juzgó», escribió el ex diputado radical Ricardo Gil Lavedra, defensor de Campagnoli en el jury, en su cuenta de twitter.

El juicio contra el fiscal comenzó el 16 de junio último, pero días antes de la fecha prevista para el dictado de la sentencia, la jurado María Cristina Córdoba, representante de la Defensoría General de la Nación, pidió licencia por razones de salud y luego presentó su renuncia.

Córdoba fue reemplazada por Nicolás Toselli, pero el juicio estuvo suspendido más de los 10 días que establecen las normas de procedimiento como para que mantenga vigencia. Entonces, el Jurado de enjuiciamiento levantó la suspensión que pesaba sobre Campagnoli, que retomó sus funciones en la fiscalía de los barrios Nuñez-Saavedra.

En el ínterin, los jurados Toselli, Juan Gauna, Javier Panero y Adriana Donato fueron recusados por los fiscales del juicio, Marcelo García Berro y Adolfo Villate, este último recientemente designado al frente de la Procuraduría de Narcocriminalidad.

Los otros tres jurados, el presidente Daniel Adler, y los vocales Rodolfo Ojea Quintana y Ernesto Kreplak, representantes del Senado y el Poder Ejecutivo Nacional, respectivamente, se inhibieron para seguir actuando como integrantes del tribunal.