Por Rodolfo Palacios
Si estuviera vivo, es probable que se hubiese alegrado con la noticia. Hasta se habría tomado la atribución de sugerir al actor que debería interpretarlo. Pero Arquímedes Puccio, el jefe del siniestro clan que en los años 80 secuestraba empresarios en el sótano de su casona de San Isidro, murió el 3 de mayo de 2013. La cuestión es que en noviembre comenzará a rodarse El Clan, la película sobre esa banda criminal. Será dirigida por Pablo Trapero y Guillermo Francella hará de Puccio. El actor parece ser el preferido para interpretar ladrones y asesinos: otros cineastas pensaron en él para hacer de uno de los ladrones del banco Río de Acassuso y de Carlos Eduardo Robledo Puch, quien en 1972 mató a once personas.
La producción de la película lleva casi dos años investigando la historia de ese caso policial que conmovió a la sociedad. Entrevistaron a familiares de víctimas, a cómplices de la banda, rastrearon en los expedientes y en los diarios y las revistas de la época. También se interiorizaron de los últimos días del famoso asesino: vivía en una pensión de mala muerte de General Pico, La Pampa, donde tenía amigos y hasta una novia 45 años menor que lo dejó cuando se enfermó.
El clan Puccio cayó el 23 de agosto de 1985, en San Isidro, después de que un grupo de policías armados con pistolas y ametralladoras irrumpiera en el caserón de la calle Martín y Omar 544, en San Isidro. El jefe del operativo decidió ignorar la amenaza de Puccio, el líder de la banda detenido en Parque Patricios, cerca de la cancha de Huracán, donde planeaba cobrar un rescate de 250 mil dólares. Entre 1982 y 1985, los Puccio habían secuestrado y matado a los empresarios Ricardo Manoukian, Eduardo Aulet y Emilio Naum.
Poco antes de morir, Puccio se enteró de que Trapero quería filmar su historia. “Me llama la atención que no me llamó nadie, sé que anduvieron preguntando sobre mí, pero conmigo no hablaron. No les voy a pedir plata, no me interesa, pero me gustaría que contaran la verdad”, le dijo Puccio a CyR. Para él, la verdad era muy distina a la versión oficial: negó haber cometido los crímenes y dijo que la banda actuó por cuestiones ideológicas. Sus argumentos eran inverosímiles. Incluso dijo que en su pasado había militado para Montoneros, cuando en realidad tenía vínculos con la Triple A.
Pero la película del director de Carancho y El Elefante Blanco hará foco en las actividades del clan. “Es una historia muy fuerte, paradigma de tiempos extremos, los del final de la dictadura argentina y la Guerra de las Malvinas. La clase media alta está frecuentemente idealizada, y habitualmente es normal para ellos tomar decisiones sobre los demás. Mi retrato será sobre las bambalinas de esta familia y su negocio”, dijo Trapero hace dos años a la revista Variety.
No es el único proyecto cinematográfico que apunta a esa leyenda negra del crimen argentino: el cineasta Leonardo Di Césare también quiere filmar sobre Puccio, pero no sus días de apogeo, sino su final en la pobreza. Pero ahora está sumergido en otro proyecto: contar la historia del robo al Banco Río, ocurrido el 13 de enero de 2006. En el llamado robo del siglo, la banda huyó por un túnel con 19 millones de dólares. La idea de Di Césare, que dirigió la premiada Buena Vida Delivery, es contar la historia desde el punto de vista de Alicia Di Tullio, la mujer que delató a la banda por una enemistad con su marido Rubén de la Torre, uno de los ladrones condenados por el asalto. Di Césare no contactó a ningún miembro de la banda. Trascendió que el productor no quería tratar con los ladrones, que suelen pedir mucho dinero para avalar este tipo de historias. “Al director piensa que el papel de De la Torre podría ser interpretado por Francella o Viggo Mortensen”, dijeron desde la producción de esa película.
Pero esa no es la única película sobre el robo que está por salir a la luz. Hay otros proyectos en danza, incluso el interés de la cadena Sony y de un cineasta francés. El robo atrae el interés de los extranjeros porque fue el único en el mundo en combinar un boquete con una falsa toma de rehenes.
“El problema es que los cineastas argentinos no quieren dar un centavo. En Estados Unidos es distinto, compran los derechos y hasta contratan a los ladrones como asesores”, dijo uno de los miembros de la banda que robó el banco Río.
Robledo Puch, el llamado ángel negro, también es un personaje codiciado. El guionista, escritor y cineasta Marcelo Camaño tiene en mente filmar una película que cuente la historia del mayor asesino civil de la historia criminal argentina. Jorge Marrale podría ser el encargado de protagonizar el filme, otro de los candidatos era Francella.
El policial está en auge. Los casos más célebres llegarán al a pantalla grande en poco tiempo. Hay antecedentes: una famosa fuga protagonizada por La Garza Sosa, uno de los líderes de la superbanda, inspiró una película. Más atrás en el tiempo, Alfredo Alcón hizo de El Pibe Cabeza en una película dirigida por Leopoldo Torres Nilsson y Federico Luppi protagonizó Pasajeros de una pesadilla, sobre los hermanos Sergio y Pablo Schoklender y basada en un libro escrito por Emilio Petcoff.