«Esto es cualquiera. No tiene ningún asidero», comentaba uno de los redactores del fallo de la sala IV de la Cámara del Crimen, que con las firmas de Mariano González Palazzo, Carlos Alberto González y Alberto Seijas, confirmó el sobreseimiento de tres integrantes de la Cámara Civil, de la sala G, Beatriz Areán, Carlos Carranza Casares y Carlos Bellucci. Los tres magistrados habían sido denunciados por “encubrimiento” y “abuso de autoridad” por particulares. Para los camaristas «la mera disconformidad del denunciante ante las decisiones de los mismos en modo alguno puede dar origen a una causa penal en contra de aquéllos cuando lo actuado fue analizado y sometido a concienzudo estudio en múltiples oportunidades». Descartaron la configuración del delito de abuso de autoridad porque tal y como lo sostiene el fallo de la cámara “la actividad desarrollada por los integrantes de la Sala «G» de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil se ajustó a la Constitución Nacional”.