| Villa Crespo

¿Otro caso de gatillo fácil? Tres policías porteños detenidos por matar a un remisero

La policía dice que el hombre estaba armado con una navaja. Y le dispararon cinco tiros.

Romano tenía 39 años.

Es un caso por demás extraño. La Justicia deberá determinar si se trata de un nuevo caso de gatillo fácil, de un exceso en el uso de la fuerza, o si hay otra historia aún no develada para explicar la trama.

La última novedad del hecho es que el hombre que murió el martes 1°baleado por policías en el barrio porteño de Villa Crespo tenía una de sus muñecas cortadas y dos puntazos en el abdomen, cuando se bajó del coche.

Por lo que ahora se investiga cómo sufrió esas lesiones antes de que, según su esposa, fuera herido de «cinco tiros» y «rematado en el piso» por los efectivos policiales que estaban en un patrullero y que fueron detenidos.

Mientras tanto, los investigadores judiciales aguardaban el resultado de la autopsia para determinar fehacientemente la cantidad de balazos que recibió Claudio Romano (39), el hombre muerto durante la mañana del martes.

«Algo pasó antes, él no es de reaccionar así, algo tuvo que haber pasado», dijo la esposa del fallecido, Lucía, al canal Crónica Televisión.

La mujer de Romano, quien trabajaba como remisero, aseguró que el hombre «se llevaba bien con los policías de la zona porque tenía que esperar en doble fila a los pacientes de una ART que llevaba a atenderse».

«Por última vez me comuniqué a las 10.26 y me contestó a las 10.28 y a las 11 le mando un mensaje y ya no lo ve, suponemos que pasó en ese lapso», dijo Lucía.

Según la mujer, una cámara de la zona captó el momento en el que su marido bajó de su auto «lleno de sangre» y también cuando «le dispararon dos balazos del lado del conductor».

«La acompañante le termina de tirar, él trata de cruzar la calle y lo rematan en el piso», aseguró la mujer, quien contó que los testigos «escucharon seis disparos y aparentemente cinco fueron a él».

«(Los investigadores) sospechan que fue el desenlace de algo que pasó antes», afirmó la esposa de Romano, quien agregó que nunca vio la navaja secuestrada supuestamente en poder de su marido, como aseguró la policía. La versión policial es que Romano bajó del auto con una una navaja y los atacó. De todos modos, no se explica como los policías no pudieron frenar el ataque sin matar a Romano.

En tanto, la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) investiga las circunstancias previas al enfrentamiento entre Romano y tres efectivos de la Policía de la Ciudad que fueron detenidos. Al respecto, el médico legista comprobó en primera instancia que el hombre tenía cortada una de sus muñecas y presentaba dos puntazos en el abdomen.

El hecho ocurrió ayer por la mañana en Malabia al 900, entre Castillo y Jufré, adonde dos efectivos de la comisaría 15B de la Policía de la Ciudad, el oficial primero Ramón Pérez y una inspectora, llegaron a bordo de un patrullero para realizar una diligencia judicial.

Según la versión policial, el oficial estacionó el móvil para concretar una notificación judicial y minutos después Romano frenó su Volkswagen Polo detrás.

El hombre bajó del auto con sus manos ensangrentadas, armado con una navaja y, casi sin mediar palabra, atacó a Pérez a través de la ventanilla de la patrulla.

El oficial, que resultó lesionado en un brazo, efectuó al menos un disparo e hirió a su agresor, quien se retiró unos metros, pero luego regresó para intentar agredir a la inspectora que estaba en la vereda, según la policía. Los voceros añadieron que la mujer policía efectuó tres disparos pero el automovilista no depuso su actitud.

«Ya en el piso se trata de levantar tres veces más, estaba como sacado este hombre, hasta que finalmente le dan un disparo que lo termina matando», dijo a Télam uno de los investigadores encargados de la pesquisa.

Una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) arribó al lugar, constató la muerte de Romano y trasladó al oficial Pérez al hospital Churruca, donde ingresó fuera de peligro.

El personal secuestró en el lugar una navaja curva con una hoja de 12 centímetros de largo que será peritada para determinar si fue la utilizada por el fallecido para cometer el ataque, como sostiene la policía.

La jueza de Instrucción 49, Ángeles Gómez Maiorano, a cargo de la causa, dispuso la aprehensión de los tres policías que estaban en el lugar y el secuestro de sus armas reglamentarias calibre 9 milímetros.


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