Por Verónica Elizabeth Allen
En la Argentina hay alrededor de 37 millones de teléfonos celulares en uso. Esto cifra implica que toda persona de 10 años o más posee una línea móvil.
Frente a esta realidad, los cyber delincuentes encontraron nuevas posibilidades para realizar estafas utilizando para ello el envío de mensajes de texto (SMS).
“Agendá mi nuevo número” o simplemente “Hola, ¿puedo llamarte?”, son los SMS que se repiten en todo el país, provenientes en su mayoría de números que comienzan con el prefijo 0261, que corresponde a la provincia de Mendoza.
“Cuando recibí el mensaje que decía: ¿te puedo llamar?, a las 2.15 de la madrugada de un sábado, creí que se trataba de mi hermana que había salido a bailar, esa noche. Así que contesté enseguida y le dije que sí. Como estaba medio dormida no me di cuenta de que el teléfono no correspondía a ninguno de mis contactos e incluso comenzaba con 0261”, contó Laura Leguizamón, de 25 años, y que vive hace 4 años en Buenos Aires en un departamento de Almagro junto a su hermana.
“Al rato suena el teléfono y todo lo que escucho es a alguien llorando y gritando, rogándome que lo ayude porque lo habían secuestrado. En un principio, con los nervios y que recién me despertaba, creí escuchar la voz de mi hermana. Pero cuando me dijo: ¡mamá por favor ayúdame!, caí que no era posible porque no tengo hijos y corté.»
De esta manera, los criminales aprovechan la ingenuidad de las personas que reciben estos mensajes para ponerse en contacto y realizar distintas tipos de estafas, como secuestros virtuales, pedidos de auxilio de supuestos familiares de la víctima y otros delitos cuyo límite solo lo impone el imaginario criminal.
Debido al aumento de estos tipos de fraudes y otros que tienen que ver con las nuevas tecnologías, la Procuración General de la Nación creó la Unidad Fiscal especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci), que se encuentra a cargo del fiscal Horacio Azzolín.
Azzolín, explicó en recientes declaraciones realizadas a Radio 10 que este tipo de mensajes fueron recibidos en estos meses por muchos usuarios de telefonía celular y detalló que “es el cuento del tío moderno, y lo hacen para estafar a la gente o poder vender publicidad. Intuitivamente uno responde estos mensajes y automáticamente llegan publicidades. No hay que responder estos mensajes o darse de baja en el registro No llame mediante el 0800-444-3360 para desalentar estas medidas”.
“Es una cadena bastante complicada y debería haber sanciones administrativas y obligar a las empresas de telefonía que tengan un registro actualizado de los titulares de las líneas. Los mensajes provenientes de la característica 0261, es una línea que debería estar registrada a nombre de alguien. El problema es que hay un déficit muy grande de las empresas de telefonía en lo que es el registro de los titulares de las líneas, donde uno puede poner cualquier nombre o dirección para registrar el teléfono”, advirtió Azzolín.
«Estas organizaciones delictivas prueban todas las combinaciones posibles de un número, ven quién responde y quién no para saber con esto qué líneas están activas», concluyó el fiscal.
Por su parte, la policía aconseja no responder ningún tipo de estos mensajes si el remitente es desconocido y, en lo posible, bloquearlo. Asimismo no descartan que se trate de una banda que opera en Mendoza.
En esa provincia la principal operadora es la empresa Movistar, seguida de Claro y finalmente se ubica Telecom Personal.
«No tenemos ninguna denuncia concreta por estos mensajes, aunque sabemos que algunos clientes los han recibido en los últimos días y sabemos que les ha llegado a clientes de todas las operadoras del servicio móvil», indicó personal de Relaciones Institucionales de Movistar.
Desde las empresas de telefonía móvil se advierte que lo más importante es no entablar ninguna conversación y menos aún dar datos personales.
“Si el cliente no da información puntual, no hay ninguna manera de que quien llama ingrese en su celular y pueda sacar información o provoque algún daño con solo recibir una llamada telefónica o un mensaje «, explicaron.
Estas comunicaciones también pueden ser recibidas a través de la red de mensajería instantánea “Whatsapp”con el agravante que, de contestar, los delincuentes pueden estar al tanto de nuestro nombre o algún otro dato que aparezca en el perfil de la red telefónica.
Incluso, como detallan profesionales en seguridad informática, si se contesta el mensaje la respuesta puede llegar varios meses después para intentar concretar la estafa.
Así le pasó a Nadia Rodríguez, quién luego de recibir el pedido “agregame, es mi nuevo número”, contestó para saber de quien se trataba y ese fue su error. “En el momento no recibí ninguna respuesta, pero unas semanas después recibí un llamado donde me aseguraban que había ganado un premio, que consistía en una tablet, y para recibirlo a mi domicilio debía depositar 300 pesos por gastos administrativos”, relató Nadia.
“Conocían mi nombre y apellido y por eso en un principio no sospeché. Pero luego hablando con amigos me contaron que recibieron mensajes similares como el que había recibido hacia un tiempo en mi whatsapp. Consulté con una operadora de Personal para ver si habían recibidos denuncias sobre el 0261 y me dijo que no debería responder a esos mensajes y que se podía tratar de estafadores. Ahí fue cuando hice la relación con el llamado del premio y me salvé”.
Las redes, los sistemas de mensajería instantánea y las nuevas tecnologías presentes en los smratphones pueden significar una ventana de posibilidades para los delincuentes.
Es así que, dentro de la resolución donde se crea la Unidad Fiscal Especializada en Ciber-delincuencia se detalló que «las diversas formas y conductas mediante las cuales se ejerce el cibercrimen exigen intensificar las tareas para su abordaje, de un modo articulado y atendiendo a sus especificidades. En este sentido, cobra especial relevancia reparar en el significado que este fenómeno criminal ha adquirido a nivel mundial, como una modalidad emergente de la delincuencia trasnacional organizada, tal como ha sido tratado desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”.
Y continúa: «La gravedad y complejidad del fenómeno, su relevancia nacional e internacional y su constante crecimiento tornan necesario potenciar la actuación del Ministerio Público en la materia, ampliando su capacidad de intervención y profundizando todos los ejes de trabajo que se vienen desarrollando».
Nadia Rodríguez entiende esto desde su propia experiencia: “Yo aprendí la lección y ahora si recibo un mensaje de algún remitente desconocido opto por no contestar o bloquearlo. Pero parece que todos los días hay que aprender algo más para cuidarse de los posibles estafadores. Es algo que no tiene fin y con los teléfonos celulares las opciones se multiplicaron. Un minuto de descuido y ahí perdiste”.