El presidente Mauricio Macri, su vice Gabriela Michetti, y parte del gabinete nacional fue denunciado por la firma de un polémico memorando con Qatar, en el que intervinieron el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de ANSES y Qatar Investment Authority (QIA). El acuerdo comercial alcanza los u$s 1.000 millones.
La denuncia la presentó Fernando Miguez, de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático, y recayó en el juzgado de Daniel Rafecas. Entre otros delitos, se acusa a Macri y sus funcionarios de funciones incompatibles y defraudación a la administración pública.
Además de Macri, la denuncia alcanza a Michetti, y al asesor del Presidente en Inversión Extranjera, Horacio Reyser; el director del Fondo de Garantía de Sustentabilidad ANSES, Luis María Blaquier; el director general de Relaciones Internacionales del Senado, José Amaya Ortíz; la embajadora argentina en Doha, Cecilia Rossana Surballe; y la canciller Susana Malcorra. También al extenista Gastón «Gato» Gaudio, amigo del emir de Qatar, Sheik Tamin bin Hamad Al Thani, quien cumplió las veces de «celestino» entre ambas partes.
Una estructura offshore para la «eficiencia» en el pago de los impuestos y un administrador extranjero son dos de las polémicas cuestiones que surgen en el memorando que firmaron la Argentina y Qatar el 6 de noviembre, y que informó el diario Perfil.
Argentina y Qatar firmaron el memorándum con el objetivo de que el gobierno qatarí realice importantes inversiones en nuestro país, pero suscitó la polémica porque el acuerdo incluye la creación de una estructura offshore y la participación de un «gerente extranjero» que tendría todo el poder sobre el dinero.
Según la presentación, el anuncio fue realizado por la vicepresidenta Gabriela Michetti junto al CEO de QIA, el Sheikh Abdullah bin Mohammed bin Saud Al Thani, en una sala del hotel Shangri-La.
De la comitiva formaron parte la propia Michetti; el asesor del presidente en Inversión Extranjera, Horacio Reyser; el director general de Relaciones Internacionales del Senado, José Ortiz Amaya, y la embajadora argentina en Doha, Rossana Cecilia Surballe. Uno los asistentes llama la atención: en el encuentro estuvo el tenista retirado Gastón «Gato» Gaudio, amigo del Emir.
Para el denunciante, en principio podrían constituir los delitos de otorgamiento de actos irregulares o indebidos estafas y defraudaciones, administración fraudulenta, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas con perjuicio al erario público que las supuestas maniobras denunciadas.
En el caso, Gaudio fue imputado por el denunciante por supuesto tráfico de influencias, porque según sus dichos sería quien acerca a los saudíes a realizar negocios con el Estado Argentino.