El Chapo Guzmán -recapturado ayer- es uno de los líderes del Cartel de Sinaloa, la organización mexicana narcocriminal más grande del mundo: por la magnitud y el volumen del tráfico de estupefacientes, el nivel de facturación y el poder de infiltración en las fuerzas de seguridad, en la Justicia y en la política.
Según investigaciones realizadas por especialistas, el Cartel de Sinaloa se expande por 17 estados mexicanos y tiene presencia en 50 países del hemisferio occidental. La presencia del cartel en la Argentina fue denunciada en varias oportunidades.
La primera constatación de la presencia del cartel en nuestro país se remonta al año 2008, cuando en una quinta de Ingeniero Maschwitz fue desbaratada una banda dedicada a la producción de drogas sintéticas y se detuvo a nueve narcotraficantes mexicanos que pertenecían al Cartel.
En la banda había un solo argentino, que murió en prisión. Los mexicanos luego fueron condenados y expulsado del país. Fue la aparición en sociedad de la efedrina, que luego explotó con el Triple Crimen de General Rodríguez.
El ex superintendente de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas, Norberto López Camelo, recordó que la investigación en la quinta de Ingeniero Maschwitz derivó en una causa conexa con el Triple Crimen. La Policía bonaerense pudo comprobar comunicaciones telefónicas entre Sebastián Forza, uno de los tres asesinados, con Luis Tarzia, el argentino integrante de la banda, una especie de gerente local, fallecido luego en la cárcel.
A mediados del 2014, se desbarató una banda en la Argentina que exportaba cocaína líquida hacia México oculta en equipos generadores de electricidad. Fueron secuestrados unos 2000 kilos de cocaína, cuando los contenedores llegaron a México, aunque se supone que podrían ser enviados a Europa o los Estados Unidos. En su momento, el entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni, informó que la banda estaba vinculada con el Cartel de Sinaloa. Otro dato que también llamó la atención fue que un comisario de la Policía Federal fue arrestado por brindar supuestamente protección a la banda. El arresto se produjo en el mismo Departamento Central de Policía. Otros dos efectivos también fueron arrestados por el mismo tema: cobrar por dejar hacer.
“Esta droga seguramente tenía conexión con lo que se denomina Cartel de Sinaloa”, dijo Berni en una conferencia de prensa. Se calcula que la droga incautada en un puerto de México tendría un valor de unos 40 millones de dólares y que la organización había enviado a un ingeniero desde México para diluir la cocaína en aceite, de manera de no ser detectada.
El Cartel de Sinaloa fue creado en los años 80 y en rigor se trata de varias organizaciones narcocriminales que se unen por una cuestión de logística y poder, pero que operan en forma independiente. Además del Chapo Guzmán otro de sus líderes son Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul,” quien se se supone que está muerto; e Ismael Zambada García, alias “El Mayo”.
Según una organización especializada, el Cartel de Sinaloa “ha penetrado con éxito el gobierno y las fuerzas de seguridad dondequiera que opere. A menudo opta por el soborno por encima de la violencia y por las alianzas por encima de las batallas. Sin embargo, en ocasiones, la organización usa sus fuerzas para invadir zonas que pretende controlar”.