Lorenzetti le habría dado la orden a Irurzun.

El empresario Lázaro Báez parece haber convertido en el símbolo de la corrupción durante el kirchnerismo. Los medios y los negocios con la familia Kirchner lo llevaron al peor lugar: está detenido desde el 5 de abril último pese que todavía no ha sido condenado.

Durante el fin de semana, el Diario Perfil difundió unos audios que se atribuyen al fiscal Guillermo Marijuán. Son grabaciones de lo que se suponen son audios de WhatsApp enviados al juez Sebastián Casanello, cuando se realizaron los procedimientos en la estancias y propiedades que el empresario tiene en Santa Cruz.

Esos operativos fueron transmitidos en directo por varios canales, con TN a la cabeza, en una especie de mediática búsqueda del tesoro. Se mostraron videos de como lo peritos buscaban dinero enterrado en algunas de las propiedades. No encontraron nada.

En una de los mensajes difundidos por Perfil el supuesto Marijuan le cuenta que se reunió con los hijos de Báez, algo que efectivamente ocurrió, y que les contó sobre el futuro procesal de la causa. Les aclara que no alcanza que ellos se arrepientan, sino que es necesario que el titular de Austral Construcciones tome el mismo camino para involucrar, está claro, a la ex presidenta Cristina Kirchner.

La conversación adquiere ahora otra perspectiva, luego de que el Congreso convirtió en ley la semana pasada, la figura del arrepentido para casos de corrupción. Una posibilidad que estaba prevista para delitos de narcotráfico, entre otros. Tras la sanción de la ley, en varios medios se empezó a especular sobre quiénes serían los primeros en acogerse a la nueva figura legal.

Los nombres de Báez y del ex secretario de Obras Públicas José López encabezaban la lista. Pero quienes conversan a diario con el empresario patagónico, niegan que haya pensado alguna vez en tomar esa vía, pese al interés de los hijos y de la presuntas presiones de Marijuán para se “arrepienta”.

“Nunca va a declarar en contra de su amigo muerto”, dice una fuente que conversa seguido con el empresario detenido en la cárcel de Ezeiza. Báez se considera un amigo del fallecido Néstor Kirchner y por eso nunca ensuciaría su memoria. Báez construyó su imperio patagónico gracias al ex Presidente.

La movida para el arresto

A la luz de los audios conocidos, comienzan a cobrar otra dimensión las circunstancias del arresto del empresario, en el aeropuerto de San Fernando, el 5 de abril último cuando llegó en un vuelo privado desde Santa Cruz. Casanello ordenó el arresto porque supuso que se estaba por fugar, según se dijo entonces.

Tras el arresto de Baéz, sus imágenes esposado circularon por todos los canales, cuando lo trasladaban de dependencia policial en dependencia policial, algo que no había ocurrido antes en otros arrestos. El primer detenido K tuvo alta prensa.

Pero, ¿quiénes estuvieron detrás del arresto? “La orden de la detención de Lázaro Báez se originó en el mismísimo Lorenzetti, el presidente de la Corte Suprema”, dijo a CyR, una fuente que conoce la trama desde el mismo corazón de Comodoro Py.

Lorenzetti, dice la fuente, canalizó su deseo de ver a Báez detenido a través de los camaristas Martín Irurzun, presidente de la Cámara Federal, y de Horacio Cattani, quien tuvo largos períodos de licencia.

Según las fuentes, habría sido entonces “Irurzun a quien estuvo muy activo en procura de quebrar la resistencia inicial de Casanello, que no estaba de acuerdo en firmar la captura del empresario”.

El día anterior a la detención, Casanello fue convocado por la Secretaria de Cámara. “Se retiró de la reunión sólido en su argumentación contraria a la detención. Pero antes de que volviera a su juzgado ya sonaba el teléfono de su despacho: era el juez Irurzun. Pero esta vez la exigencia estaba acompañada por un tono mucho más convincente: Lázaro debía ser detenido. Luego de la detención se lo vio a Irurzun tomándose la cabeza y gritando: por fin”, resume la fuente.