La Justicia de la provincia de Jujuy investiga un caso de violación grupal ocurrido durante una fiesta en la noche del 31 de diciembre de 2018 y los cuatro sospechosos son parte de lo que se conoce como «hijos del poder».
La víctima se recibió de licenciada en psicología en Córdoba y ya no quiere volver a su provincia, según consignó el diario Página 12.
La denuncia la realizó el 3 de diciembre de 2019, luego de que un grupo de amigas le dijeron que la habían visto «como ida» en la fiesta de fin de año.
Según fuentes de la causa, la investigación está a punto de concluir y en un lapso breve se podría llevar adelante el juicio oral.
La joven hizo la denuncia en el Centro N° 2 de Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género el 3 de enero de 2019. Denunció a Matías Salas, licenciado en Transporte Marítimo, Kevin Choque (abogado que trabajaba en el Ministerio Público Fiscal y luego de la denuncia lo desvincularon del organismo), Matías Cabrera, que en ese momento era estudiante de Medicina, y Juan Guerrero, de ingeniería en Agronomía», dice el diario.
Abuso sexual
Por el delito de “abuso sexual con acceso carnal” se acusó a «Choque y Cabrera: este último es a quien ella encuentra encima suyo cuando se despierta en una cama de una plaza del primer piso de la casa, donde transcurrió la fiesta. Cabrera alegó que fue una relación consentida».
Pero amigas de la víctima dijeron que parecía “ida”. Cabrera estaría ejerciendo como médico en un hospital de la localidad de Las Perdices, en Córdoba. El fiscal analiza acusar a los otros dos amigos, agrega el diario.
En la causa penal figuran las captura de un grupo de whatsapp que integraban los cuatro sospechosos de la violación grupal que los incrimina.
Porque antes de la fiesta intercambian mensajes en los que hablan de organizar «alta fiesta» y dicen que van a acondicionar un cuarta donde planean violar a «alguna putita».
Y luego de la violación también habrían intercambiado mensajes en los que se refieren al hecho, aunque luego lo niegan cuando declaran en la causa.
La llamaron
Cuando hizo la denuncia la víctima dijo que estaba en una fiesta con una amiga y que dos de los sospechosos le escribieron para que fuera a otra fiesta en la casa de un amigo de ellos.
Una amiga además declaró que en el auto le habrían dado algo de beber a la joven, que luego parecía estar borracha y que para caminar se agarraba de las paredes.
“De los mensajes que se intercambiaron se demostró que se hizo toda una logística para poder hacer esa fiesta, pero con algunas características muy particulares, buscaban un perfil particular de mujeres, que la víctima no era, porque ella cae ya muy avanzada la noche, sin haber sido una de las invitadas», dijo el abogado Marco Espinassi.
«Prepararon una habitación que la acondicionaron, que llamaban el VIP o el telo. De las conversaciones surge una logística de compra de drogas, lo que nos hace sospechar que la drogaron a la víctima, y toda la mecánica de cómo abusar a las chicas. Lo que ocurrió esa noche fue lo que planificaron», agregó el abogado de la víctima.
«Al día siguiente se juntaron en un asado para vanagloriarse del resultado obtenido la noche anterior, donde abusaron de esta chica, y de los chats surge que no fue el único abuso, habría una menor de edad también, pero que no ha sido identificada. Cuesta mucho romper el cerco de impunidad y el código de amigos”, dijo Espinassi.