Un preso que estaba siendo trasladado al Hospital Vélez Sarsfield de la Capital Federal con un puntazo en el tórax fue rescatado por un grupo comando que sorprendió a dos custodios del Servicio Penitenciario Federal (SPF), les robó sus armas y apuntó en la cabeza al chofer de la ambulancia.
Fuentes policiales identificaron al preso fugado como Fernando Ariel Moreno (30), quien se hallaba detenido desde hace 11 días en el penal de Villa Devoto tras haber sido detenido por un robo calificado en grado de tentativa.
La principal hipótesis de los investigadores apunta a que la herida cortante que presentaba en el tórax pudo haber sido autoinfligida y formar parte del plan para lograr su traslado al hospital y, así, su rescate.
Todo comenzó ayer cuando Moreno fue hallado tirado en el piso de su celda de la cárcel de Villa Devoto con una herida cortante en el tórax.
El preso declaró ante los penitenciarios que había sido atacado en una pelea y, ante la gravedad de la herida, se ordenó su traslado hacia el mencionado hospital, en la calle Calderón de la Barca al 1500, en el barrio porteño de Monte Castro.
Según fuentes policiales, el preso fue trasladado en una ambulancia del SAME en la que se hallaba el chofer, un médico y dos custodios del SPF que acompañaban al preso.
Al llegar al hospital y mientras bajaban al detenido y lo llevaban a la guardia, aparecieron una mujer y un hombre que sorprendieron a los dos custodios.
Otros dos cómplices aprovecharon el momento de confusión para robarle a los penitenciarios las armas de fuego y amenazaron al conductor de la ambulancia y al médico.
El chofer contó a la prensa que uno de los delincuentes le apuntó con un arma en la cabeza y hasta le gatilló, pero que la bala no salió.
«Estoy vivo de milagro», dijo el hombre, quien se quejó de las condiciones laborales que padecen cada vez que tienen que trasladar detenidos.