El lunes por la noche el juez federal Ariel Lijo recibió una llamada desde La Plata. Del otro lado de la línea se encontraba un ladero de Daniel Scioli. Así este asesor pudo saber que la situación del vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone se ha vuelto irremontable. El testimonio del yerno de Nicolás Ciccone tuvo un efecto demoledor para Boudou, quien será llamado a indagatoria en los próximos días, según fuentes cercanas al caso.
Guillermo Reinwick, que se presentó como un hombre abatido psicológicamente, habló de amenazas a su familia y dio varios datos de las gestiones de Boudou desde la Anses y del Ministerio de Economía para salvar a la calcográfica mediante la intervención del misterioso fondo inversor The Old Found.
Nada nuevo para el juez Lijo ya que los estilos y las conexiones coinciden con lo que declaró Laura Muñoz, la exesposa del misterioso Alejandro Paul Vandenbroele. Igualmente ayer los abogados de Boudou pidieron anular el testimonio de Reinwick, con el argumento de que sus dichos son falsos.
De esta declaración se despliegan nuevos vínculos de la causa con el establishment. A los ya mencionados Jorge Brito y Claudio Belocopitt (Swiss Medical) –a quien, sorpresivamente, Reinwick señaló como cercano a Guillermo Moreno- ahora se suman dos altos ejecutivos de Telefónica y el director de un banco de capitales norteamericanos.
La defensa de Boudou se muestra desorientada. La impronta del abogado Diego Pirota vuelve a eclipasarse ante la figura de Eduardo Durañona, hombre de confianza del ex ministro. Esto no es causal desde que el jefe de Pirota, Darío Richarte, viaja cada vez más a menudo del microcentro al municipio de Tigre.
Reinwick además dio señales más claras sobre quien habría financiado la llegada de Vandenbroele a Ciccone luego de levantar la quiebra gracias a las influencias del ex ministro de Economía. Son conexiones que contribuyen a complicar aún más al ex socio de Boudou, José María Núñez Carmona.
El avance de la causa encaja con la realidad de que hoy se decidirá en el Consejo de la Magistratura si el juez federal Daniel Rafecas, el primero que tuvo la causa Ciccone, es suspendido para luego ser sometido al jurado de enjuiciamiento. Si el oficialismo no reúne los votos necesarios (2/3 de los presentes) el debate puede postergarse hacia la semana que viene.