| Estado de alerta en Comodoro Py

Uno por uno, quiénes son los jueces federales que se resisten al nuevo Código Procesal

Servini de Cubría, Bonadío, Lijo, Ercolini y Rodríguez son algunos de los jueces que no están del todo de acuerdo con la iniciativa. Quiénes ganan y quiénes pierden.

Servini de Cubría y Lijo son dos de los opositores.

Servini de Cubría y Lijo son dos de los opositores.

El rechazo a la reforma del Código Procesal Penal tiene menos adeptos de los esperados entre los 12 jueces federales de Comodoro Py. El grupo más duro, y por razones diferentes, lo encarnan Claudio Bonadío, María Servini de Cubría, José Luis Rodríguez, Ariel Lijo y Julián Ercolini. En la Cámara Federal comulgan con la crítica Eduardo Farah y Martín Irúrzun.

El resto de los despachos recibió como una buena noticia la reforma que pretende el Gobierno. No llevar la instrucción de las causas implica menos exposición y un trabajo más analítico de los expedientes. «Menos estrés, menos laburo, la misma guita», se le escuchó decir en el restaurante Piegari al histórico juez federal Rodolfo Canicoba Corral.
Bonadío y Servini piensan lo opuesto porque para ellos tener la manija de los expedientes los habilita a un manejo político que disfrutan y que no quieren resignar. La jueza no quiere saber nada de ceder las causas electorales a su par Jorge Di Lello y perder la calidad de gran ordenadora de la escena partidaria en la ciudad de Buenos Aires.
Lijo y Ercolini, jueces de la nueva camada federal, están a favor de la letra de la reforma pero por ahora se muestran críticos porque tuvieron reuniones con Ricardo Lorenzetti, quien está interesado en las nuevas potestades que tendrá el ministerio público fiscal. Cercano a Daniel Scioli, Lijo, en off, habla maravillas del funcionamiento acusatorio de la provincia.
Rodríguez es apadrinado por el operador Javier Fernández a quien una reforma de este tipo le quitaría parte de su influencia en su ya desgastado acceso al fuero penal. Otros operadores están apareciendo en los mismos pisos y a Fernández le quedaría su coto de caza reducido al fuero en lo Contencioso Administrativo.
El Gobierno está intentando algún gesto de acercamiento con los jueces más adeptos a la reforma como Sebastián Casanello, Daniel Rafecas o Marcelo Martínez de Giorgi pero por ahora ha sido imposible lograr algún pronunciamiento público.
Entre los fiscales el panorama cambia porque todos quieren la reforma. Pero muchos callan para no darle un gesto positivo a la procuradora Alejandra Gils Carbó, que se ganó muchos enemigos en los fiscales más conservadores.
El nuevo Código les da herramientas a los fiscales para convertirse en los verdaderos dueños de los procesos, una herramientas poderosa que muchos de ellos están dispuestos a utilizar cuando el proyecto sea realidad.