| En Rosario

Sicarios asesinan a la mujer que denunció a los homicidas de su hijo

Norma Bustos había denunciado que los asesinos de su hijo eran de una banda narco que vivía en el barrio. Ahora fue asesinada ella en su casa de tres disparos.

Bustos ya había perdido a su hijo y a su marido.

Bustos ya había perdido a su hijo y a su marido.

Norma Bustos tenía 53 años y fue asesinada en el kiosco que atendía en un barrio de Rosario al recibir tres disparos. Los atacantes fueron dos hombres que no robaron nada: dispararon sobre su cuerpo cuando se acercó a la ventana. La mujer había denunciado meses antes a los asesinos de su hijo. La venganza tocó a su puerta.

«A mi no me importa que me maten, si yo ya lo perdí todo. Me mataron a mi hijo, se murió mi marido, ¿qué más me pueden sacar? Yo estoy vacía. Pero quiero que los que mataron a mi hijo se pudran en la cárcel. Si el infierno existe, yo vivo en el infierno desde que me mataron a mi hijo», había dicho Bustos siete meses atrás.

«Norma Beatriz Bustos, la mamá de Lucas Espina, contaba su pena al conocer que los hermanos Milton y José Damario habían sido procesados como autores del asesinato de su hijo, ocurrido el domingo 27 de enero de 2013. Y lo que faltaba que le sacaran a Norma, su vida, ocurrió ayer a la mañana. La mujer, de 53 años, recibió tres balazos mortales. Dos motociclistas cubiertos con cascos llegaron hasta el quiosco que atendía en su casa de Pavón al 4600, en barrio Tablada, y tocaron el timbre. Cuando la mujer fue a atenderlos por la ventana enrejada, le dispararon sin miramientos. Los tiros le impactaron en el pómulo, el cuello y el hombro, todo sobre el lado derecho», informó el diario La Capital.

El diario recordó que una mañana de septiembre de 2008 una mujer llamó a la redacción para contar sobre la espiral de violencia que imperaba en la zona donde vivía. «Vengan al barrio. Queremos contarles que sólo queremos vivir en paz, pero no podemos más. Tenemos miedo», había dicho.

Era Norma, quien abrió la humildad de su casa para que diez vecinos hablaran entonces con un cronista de este diario. Por entonces el tema de la narcoriminalidad sólo lo abordaban pocos periodistas y ocupaba espacio en algunos medios. En aquella charla estaba Lucas, su único hijo.

Cuatro años y cuatro meses después, el domingo 27 de enero de 2013, a Lucas lo mataron a balazos de ametralladora a 30 metros de su casa. Tenía 25 años. «A la 1.15 escuché la ráfaga de disparos y salté de la cama con mi marido. Pensé en Lucas y salí en bombacha y remera a buscarlo. Cuando llegué a la esquina (de Pavón y Santa Rosa de Lima) vi al auto plateado del que le seguían disparando. Me puse un pantalón y volví a buscar a Lucas. Estaba tirado en el patio de la casa de una vecina. Cuando le corrí el cabello con mi mano le vi la herida en la cabeza. Uno de mis dedos entraba en el hueco que dejó el balazo», contó Norma. Y apuntó como homicidas a los hermanos Milton y José Damario, dos pesados ligados al mundo de la droga que viven a sólo 200 metros de su casa.

Un año más tarde, los hermanos Damario cayeron presos en la ciudad de Santo Tomé, en el marco de la investigación por el asesinato de Claudio «Pájaro» Cantero, el líder de la banda de Los Monos. Los dos fueron procesados por la jueza de Instrucción Mónica Lamperti como coautores del asesinato de Espina y por ello irán a juicio.

La muerte de Lucas empezó a marcar el final de la familia de Norma. El día que sepultaron al pibe falleció el padre de la mujer, quien padecía una grave enfermedad y no pudo soportar saber lo ocurrido a su nieto. Y hace poco más de un año Oscar, el esposo de Norma, murió de una insuficiencia renal.

La versión que más fuerza tenía ayer en la escena del crimen fue que a las 10.30 una moto con dos hombres con cascos llegó hasta la ventana enrejada del quiosco. Tocaron el timbre y cuando Norma fue a atender, tres balazos calibre 38 le congelaron el paso. Norma dio dos pasos hacia atrás y cayó muerta.

El fiscal Ademar Bianchini, de la Unidad Especializada en Homicidios, fue cauto a la hora de contextualizar el crimen. «Terminamos de procesar la escena. No descarto nada y no hay que apresurase en jugársela por una hipótesis», indicó.


Compartir: 
Etiquetas:  ,