| Juicio oral

Se confirmó el absurdo: condenan a un año de prisión a la joven detenida por besar a la esposa

El tribunal condenó a Mariana Gómez a un año de prisión en suspenso por lesiones leves y resistencia a la autoridad. La chica condenada se descompensó.

Marina y Rocío se besan en la puerta del tribunal.

Se confirmó el absurdo del Poder Judicial. La Justicia condenó hoy a un año de prisión en suspenso a la joven que se besaba con su esposa mientras fumaba en un lugar prohibido de la estación de Constitución por el delito de «resistencia a la autoridad y lesiones leves». La jueza que dictó el fallo y la fiscal que acusó tuvieron que escapar de la sala, ante el repudio del público que había concurrido a apoyar a la joven.

Poco después de las 11.30 la jueza del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 26, Marta Yungano, leyó el veredicto que condenó a Mariana Gómez, de 26 años, quien en octubre de 2017 se encontraba junto a su esposa Rocío Girat (25) fumando y besándose en un andén de la estación Constitución. «Me defendí de un acto de violencia discriminatoria de la Policía de la Ciudad», dijo Gómez en sus últimas palabras antes de conocerse el veredicto.

Tras el fallo, la joven sufrió una crisis de llanto dentro del Tribunal y fue asistida por su abogado defensor Lisandro Teszkiewicz, y su esposa. Unos minutos después, ambas salieron del edificio donde las esperaban un centenar de activistas LGTB y algunos dirigentes políticos, pero antes de poder hablar, Gómez se desvaneció en plena calle, por lo que fue ingresada nuevamente al edificio, cargada en brazos por Teszkiewicz.

«No me suelten, por favor no me suelten», le repitió Gómez a su abogado que con firmeza le respondió: «Nadie te va a soltar».  Los argumentos del fallo se conocerán el próximo viernes y allí se sabrá por qué la jueza consideró que Gómez tuvo responsabilidad penal y en que elementos de prueba se basó para condenarla.

El fallo se conoció el mismo día que se cumplen 50 años de la instauración del Día del Orgullo Gay, en recuerdo de lo ocurrido en 1969, en el bar Stonewall Inn, de Nueva York, donde se reunía la comunidad homosexual, la policía reprimió ferozmente a los asistentes y arrestó a varios de ellos

Días antes del veredicto, fuentes del juzgado habían advertido que la fiscal Diana Goral, quien pidió una condena de dos años en su alegato, había aportado una serie de videos tomados con celulares que perjudicaban la estrategia de la defensa.

Hasta aquí, la defensa de Gómez se había mostrado satisfecha con el desempeño de la jueza Yungano, que incluso habilitó la pericia médica que determinó que las lesiones de la policía que intervino en el procedimiento, Karen Villarreal, eran «leves» y no «graves» como se habían calificado en primera instancia

El episodio que generó el juicio oral ocurrió en octubre de 2017, cuando Gómez y su esposa se encontraban fumando y besándose en un andén de la estación Constitución, lo que motivó la intervención de los Policías de la Ciudad Jonathan Rojo y Villarreal, quienes adujeron que actuaron para que Gómez apagara el cigarrillo.

«Estábamos fumando en un lugar sin paredes donde no había carteles y había más gente fumando», aseguró en su declaración Gómez, quien detalló que, en esa situación, Rojo se dirigió a ella diciéndole: «Pibe, ¡apagalo!».

«Yo le aclaré que soy mujer, apagué el cigarrillo y me quise ir, pero él se me pone adelante y ahí tuvimos un encontronazo pero sin siquiera levantar la voz, tras lo cual me detuvo», relató la joven.

En el forcejo para detenerla, la agente Villarreal perdió un mechón de pelo que originó la calificación de lesiones «graves» que luego de la pericia quedó en «leves» pero que la fiscal insistió que revestía gravedad por tratarse de «pelo en un lugar visible», con el significado que tiene el cabello para una mujer, argumentó.

Afuera del tribunal, la primera reacción de quienes fueron a apoyar a la pareja fue de indignación pero luego, cuando Gómez se desmayó, se acallaron los gritos y los tambores para dar paso a un silencio triste.

El abgado Teszkiewicz aseguró que «vamos a apelar, el próximo paso es Casación pero si es necesario vamos a ir a la Corte y a los tribunales internacionales porque no vamos a permitir que un tribunal nos diga que no existe el Estado de Derecho en la Argentina».