| Masacre de La Cárcova

Reclaman prisión perpetua para un ex policía que mató a dos jóvenes

El agente fue acusado de matar a dos jóvenes luego del descarrilamiento de un tren que transportaba alimentos. También hay otro ex policía imputado de tentativa de homicidio.

La fiscal Ana Armetta pidió una condena de prisión perpetua para el expolicía Gustavo Rey, acusado del crimen de dos jóvenes del barrio La Cárcova de José León Suárez, cometido en 2011 tras el descarrilamiento de un tren. La fiscal consideró que Rey cometió un doble homicidio agravado por su condición de policía y pidió esa elevada pena al alegar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Martín, que lleva adelante el juicio por los asesinatos de Franco Almirón (16) y Mauricio Ramos (17). La fiscalía se disponía esta tarde a formular su requerimiento por el otro acusado en el juicio, el expolicía Gustavo Vega (44), a quien se le atribuye la «tentativa de homicidio» de un tercer joven, Joaquín Romero (22), quien sufrió graves lesiones cuando se encontraba en inmediaciones de donde descarriló el tren. Por su parte, la defensa de Vega alegará el jueves, mientras que la de Rey lo hará el viernes, tras lo cual el tribunal fijará fecha para las «últimas palabras» de los imputados y el veredicto. El hecho que se investiga ocurrió el 3 de febrero de 2011, frente al barrio La Cárcova de José León Suárez, partido de San Martín, en el noroeste del conurbano, tras el descarrilamiento de un tren de carga de la exlínea Mitre, al que varios vecinos se acercaron porque llevaba alimentos. Según los resultados de las autopsias, ambas víctimas murieron por impactos de postas de guerra (plomo) disparadas con escopetas calibre 12/70 de la Policía y se cree que los disparos fueron realizados por los efectivos desde una corta distancia. El sobreviviente Joaquín Romero relató en la primera audiencia del juicio que tras descarrilar el tren observó la situación, tomó su bicicleta y se dirigió al CEAMSE, donde recogía cartones. El testigo dijo que de repente vio que policías en moto disparaban con una escopeta «balas de verdad porque pegaban en la pared y saltaba pólvora», aunque no pudo aportar datos de cómo fue el homicidio de sus amigos. «Había un canoso que tiraba y se reía. Me llamaba la atención», aseguró Romero, quien ante esa situación escapó junto a otro chico. El muchacho recordó que se fueron «por un puente», donde ya no había policías, pero un efectivo salió de entre los pastos y le disparó «más de una vez». «Me empezó a doler la panza, me iba agarrando, no podía creer que me hubieran tirado un tiro por haber estado mirando nada más», se lamentó.