“Sí, vamos a proponer que sea procuradora», respondió el mandatario al ser consultado por su nominación durante una entrevista que concedió al programa «El Diario de Mariana», que se emite por Canal 13.
En ese marco, Macri agregó: «Confío porque la conocí trabajando. Fue nombrada en el Superior Tribunal de Justicia en la Ciudad y lo hizo muy bien. Espero que haga una tarea de reformas y de modernización de la Procuración en la línea que todos queremos, para tener un Procuración que investigue y que realmente combata el delito.
La jurista que podría ocupar el cargo que desde fines del año pasado dejó vacante Gils Carbó integra desde 2013 el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires y es especialista en derecho internacional. El cargo de la Procuración General de la Nación está ocupado interinamente por Eduardo Casal.
«Vamos a avanzar en los plazos reglamentarios y a abrir la etapa de impugnaciones para estudiarlas», afirmó el rionegrino luego de enterarse de la propuesta que hizo el presidente Macri esta tarde en une entrevista con el programa «El diario de Mariana» que emite Canal 13.
La candidato de MacriPero lo que más convenció al presidente ahora es su trayectoria internacional: Weinberg formó parte entre 2003 y 2008 del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, que juzga el genocidio de la mayoría étnica hutu contra el pueblo tutsi. Trabajó también sobre el genocidio de Tanzania y se la puede encontrar en el documental Los cien días que no conmovieron al mundo. También integró la Sala de Apelación del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. En marzo de 2009 la Asamblea General de las Naciones Unidas la eligió jueza del Tribunal de Apelaciones de las Naciones Unidas, del cual fue la primera presidenta estudió en el colegio Saint Peter’s y luego se recibió como abogada en la UBA, y realizó estudios de posgrado en Europa.
Según consigna Página 12, en 1993, se lo cruzó al entonces presidente Carlos Menem en un evento y le dijo que quería ser jueza. Unos días más tarde la llamaron del Ministerio de Justicia y poco después asumía como jueza nacional, cargo que dejó para concursar en la justicia porteña. Llegó a ser camarista en lo contencioso administrativo.
Weinberg formó parte entre 2003 y 2008 del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, que juzga el genocidio de la mayoría étnica hutu contra el pueblo tutsi. Trabajó también sobre el genocidio de Tanzania y se la puede encontrar en el documental Los cien días que no conmovieron al mundo. También integró la Sala de Apelación del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. En marzo de 2009 la Asamblea General de las Naciones Unidas la eligió jueza del Tribunal de Apelaciones de las Naciones Unidas, del cual fue la primera presidenta.