| Personaje central

Quién es Lagomarsino, el empleado que le dio el arma a Nisman

Cobra 41 mil pesos por mes. Le dio a Nisman la pistola con la que apareció muerto. Trabajaba con Nisman desde 2007. ¿Un agente encubierto?

Lagomarsino conoció a Nisman en 2007.

Lagomarsino conoció a Nisman en 2007.

Por Rafael Saralegui

Uno de los personajes centrales de la trama de la muerte del fiscal Alberto Nisman, es el experto en informática Diego Lagomarsino, que de ser ciertos los datos que se dieron a conocer hasta ahora, le dio al funcionario la pistola Bersa calibre 22, que apareció debajo de su cuerpo y con la que encontró la muerte.

Fue el propio Lagomarsino quien se presentó ante la fiscal Fein el mismo lunes para decir que había ido el sábado último al departamento de Nisman en Puerto Madero para llevarle su arma porque se sentía inseguro. Según la autopsia, esa fue el arma con que Nisman murió: ya fuera por su decisión o por una mano extraño. Hay coincidencia entre el proyectil encontrado en la cabeza y la pistola, de acuerdo con el peritaje.

En esa línea, Lagomarsino tiene un papel clave: es quien entrega el arma con la que el fiscal se quita la vida (el suicidio no es delito, obvio) o quien un tercero utiliza para cometer homicidio. La fiscal dijo hoy que analiza volverlo a llamar.

Lo extraño es que Nisman tenía registradas dos armas a su nombre, pero no estaban en el departamento que ocupada en Puerto Madero, en una de las torres más caras y exclusivas de la ciudad de Buenos Aires. Además tenía a su disposición una custodia de diez efectivos de la Policía Federal para su protección.

Haber dado el arma a Nisman ya constituye un delito, previsto en el artículo 189 del Código Penal. Si además el arma fue utilizado por un tercero, no por Nisman supongamos, el delito se agrava.

Según informó hoy el diario Página 12, una jueza amiga de la familia de Lagomarsino se puso en contacto con el diario para dar a conocer la posición del hombre que ocupa un lugar incómodo en la causa.

“Diego cuenta que Nisman lo llamó por teléfono y, como declaró ante la fiscal, le pidió prestada el arma. Le dijo en esa conversación que Stiuso lo había llamado el viernes y le había dicho que debía tener cuidado. Que desconfiara de su custodia y que les pusiera seguridad a sus hijas. Eso es lo que le contó Nisman a Diego para justificar que le pedía el arma. Hoy en día, Diego llora todo el día. Está destruido y se siente culpable”, dijo la jueza, no identificado, convertida en vocera.

“Básicamente porque no pensó en ese momento. Se pregunta cómo no se dio cuenta de que Nisman debía tener facilidad para conseguir un arma y no evaluó por qué se la pedía a él. También piensa ahora que era raro que le pidiera algo por seguridad cuando tenía semejante custodia. Pero, claro, Stiuso supuestamente le había recomendado que desconfiara de los custodios. Aun así, se pasa el día llorando. Hoy en día, cree que Nisman tenía tomada la decisión (de suicidarse) el sábado a la noche cuando Diego le llevó la pistola”, agrega la magistrada.

La mujer contó que Nisman conoció a Lagomarsino en 2007, cuando tuvo un problema con una computadora y se la reparó. Entonces le ofreció un contrato para trabajar en la UFI-AMIA. Fuente de la Procuración dijeron a CyR que Lagomarsino tenía un sueldo de 41 mil pesos, pero que no pertenecía a la planta permanente del Ministerio Público.

Todos los meses facturaba y se llevaba ese dinero, bastante más alto de lo que cobra un secretario letrado y casi la mitad de lo que se supone corbraba Nisman, que administraba personalmente el presupuesto de la fiscalía.

“Si yo tuviera la causa, caminaría a ese muchacho”, dijo a CyR, un fiscal con más de 20 años de experiencia en la Justicia. Lagomarsino fue quien dijo que Nisman le había dicho que Stiuso le recomendó que se cuidara y que desconfiara de la custodia de la Federal. Un dato es cierto: la custodia no fue muy proactiva. Entró en el departamento más de diez horas más tarde de que el fiscal no les contestara el teléfono. Durante ese lapso, Nisman podría haber sufrido un ACV o estar en manos de terroristas iraníes y sus culatas ni se hubieran enterado.

Stiuso fue jubilado de la Secretaría de Inteligencia en diciembre, tras el desembarco de Oscar Parrilli. Con más de 40 años en la SI, Stiusso es el hombre que más secretos cosechó en el país durante toda su carrera. Nisman dijo públicamente tras presentar la denuncia contra la presidenta Kirchner, que era con quien más trabajaba sobre la trama del atentado.

En el Gobierno, aún nadie lo dice públicamente, pero le apuntan a Stiusso como el responsable de la denuncia de Nisman. ¿Y Lagomarsino? En la Justicia, hay quienes dicen que podría ser un hombre de la SI dentro de la fiscalía.