Un ex suboficial de la Policía bonaerense fue condenado hoy a prisión perpetua en un juicio oral en Quilmes, por el asesinato a golpes, tras torturas, de la joven Andrea Viera, cometido hace más de 11 años en una comisaría de Florencio Varela.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Quilmes fijó esta tarde la pena máxima para el ex cabo Marcelo Aquino (44) por el delito de «tormentos seguidos de muerte», a quien la semana pasada ordenó su inmediata detención, ya que había llegado al debate en libertad y nunca había estado detenido en el marco de este caso.
«Estoy contenta con el fallo y agradecida a nuestros abogados porque sin su ayuda no podíamos tener este resultado, que coincide con una fecha muy especial para el país: Treinta años de democracia», expresó a Télam Eugenia Vázquez, hermana de Andrea.
En la misma resolución, los jueces Gustavo Farina, Juan Martín Mata y Mónica Rodríguez de Piume absolvieron a otro ex suboficial, Pedro Mensi (51), quien había llegado a juicio por el delito de «omisión de denuncia por tormentos».
Por este mismo delito iba a ser juzgada la ex agente Romina Nieto (34), pero ésta no se presentó al debate, por lo que el tribunal ordenó su captura.
«Estoy conforme con el trabajo del fiscal Fernando Celesia y de los jueces, cuya sentencia se la dedico a mi hermana Andrea», indicó Eugenia.
Por el crimen de Viera (25) se realizó un primer juicio oral en 2006 en el que fue condenada a prisión perpetua la cabo primero Marta Jorgelina Oviedo, pero por cuestiones de salud el TOC 3 de Quilmes le dio una prisión domiciliaria, con la cual continúa.
Mientras que fueron absueltos por el beneficio de la duda otros cuatro policías, David Gutiérrez, Carlos Maidana, Oscar Luciano Farías y Diego Herrera, aunque el Tribunal de Casación bonaerense revocó luego la absolución de los tres primeros.
Lorenzo, otro de los hermanos de Viera, elogió la condena para Aquino, a quien consideró «el mayor responsable de que Andrea no esté entre nosotros» y dijo que los policías «quisieron esconder muchas cosas y no pudieron. Por eso fue condenado».
Eugenia coincidió con su hermano con la condena de Aquino, pero se quejó de la absolución del ex suboficial Mensi, de quien dijo que «también era culpable».
«El también es uno de los culpables de que hoy Andrea no esté y que haya sido la primera mujer muerta por torturas en democracia», dijo Eugenia, quien agregó que «seguramente en algún momento, de lo único que no se salvan los mal nacidos es de la justicia divina».
El hecho ventilado en este debate ocurrió el 10 de mayo de 2002, cuando Viera (25) y su pareja, Gustavo Cardozo (34), salieron de su casa en Florencio Varela para visitar un familiar y en el camino se bajaron del colectivo 324 porque ella estaba descompuesta.
La pareja se sentó en el umbral de una casa y de repente un grupo de policías la detuvo tras acusarla de haber disparado contra un efectivo poco antes en un tiroteo en el que murió un joven.
Viera fue llevada a una dependencia de la seccional donde, según se acreditó en el primer juicio, la cabo Oviedo, condenada a perpetua y con arresto domiciliario, y otros policías querían que confesara su participación en el tiroteo en el que había resultado herido el policía.
Entonces, le gritaron «rata», le tiraron del pelo y la golpearon arriba de un escritorio hasta dejarla desmayada. Ante esa situación, los policías llamaron a una ambulancia que trasladó a la joven al hospital «Mi Pueblo», donde murió doce días más tarde.
En tanto, Cardozo también fue golpeado mientras estaba preso en un sector de contraventores de la comisaría, pero como fue liberado al día siguiente se convirtió en el testigo clave para esclarecer los hechos.