| Se iba a realizar el lunes

Por pedido de Arroyo Salgado se suspende la junta médica

La ex esposa del fiscal objetó algunos de los puntos del estudioy quienes lo realizarán. El enfrentamiento con la fiscal Fein es cada vez más evidente.

La junta médica que debía comenzar el lunes próximo para analizar las discrepancias en torno a la autopsia de Alberto Nisman fue impugnada hoy por la jueza federal de San Isidro y figura central de la querella, Sandra Arroyo Salgado, quien pidió que sea postergada; decisión que quedó ahora en manos de la fiscal que lleva adelante la pesquisa, Viviana Fein.

En una nueva muestra de las diferencias existentes entre Fein y Arroyo Salgado -madre de las dos hijas del fallecido fiscal de la casua AMIA-, esta última presentó un escrito para que suspendiera el inicio de la junta médica convocada para el próximo lunes, con el objetivo de dirimir algunas de las diferencias entre la investigación oficial y los estudios privados realizados por la querella.

En un planteo de apariencia formal, Arroyo Salgado objetó que la convocatoria la hubiera realizado la fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación, y no la jueza de instrucción Fabiana Palmaghini por tratarse de un hecho “irreproducible”.

La decisión quedó en manos de la propia fiscal Fein quien el mismo lunes decidiría postergar el inicio de la junta médica hasta que avancen algunos trámites pendientes y notificar a las partes, que hasta esta noche no habían sido notificadas. Palmaghini, por su parte, decidiría sobre quienes deben integrara la junta.

Fuentes próximas a la investigación indicaron que la querella también manifestó su oposición a que de la junta participara el decano del Cuerpo Médico Forense, Roberto Luis María Godoy, aduciendo que tendría opinión formada ya que participó en la autopsia y que su especialidad es la psiquiatría y no la tanatología.

La objeción a su presencia es reveladora de la magnitud del conflicto planteado en torno a la investigación que lleva adelante Fein y a la que Arroyo Salgado descalificó a comienzos de mes, cuando aseveró que a Nisman “lo mataron” en lo que calificó de un “magnicidio de gravedad institucional” pese a que en el expediente aún no se ha llegado a esa determinación.

Godoy es uno de los firmantes del informe de la autopsia de Nisman realizada el 19 de enero, en la mañana siguiente al hallazgo de su cuerpo con un tiro en cabeza en el baño de su departamento de Puerto Madero.

El decano del Cuerpo Médico Forense llegó a la pericia oficial por pedido del propio presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, con la intención de darle mayor transparencia y trascendencia al estudio, del que participó también el tanatológo Héctor Si Salvo y un tercer especialista.

Flanqueada por sus peritos, el médico forense Julio Rafo y el criminalista y ex jefe de la Bonaerense, Daniel Salcedo, el 5 de marzo la madre de las hijas de Nisman presentó un informe en el que aseguró que el fiscal había muerto al menos quince horas antes de lo establecido por la autopsia oficial, y que el cuerpo había sido movido tras su muerte.

El informe entró en colisión con la hipótesis de la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense, de que Nisman murió sin la presencia de terceras personas, afirmación sostenida por la ausencia de lesiones defensivas, y luego por la confirmación de que el único ADN hallado a la ropa y en el arma y proyectil que le dio muerte era el propio.

Pericias posteriores ordenadas por Fein indicaron que había ingerido algo de alcohol poco antes de su muerte, y un ansiolítico de uso frecuente para combatir el insomnio, pero que se encontraba plenamente lúcido.

En informe de los peritos de Arroyo Salgado colocó en el ojo de las sospechas al informático Diego Lagomarisno, dueño del arma hallada bajo el cuerpo del fiscal, desde la que partió el proyectil que, con curso levemente ascendente, ingresó en su cabeza por encima de la oreja derecha.

Fein trató de desdramatizar las diferencias y dejó sentado que, como ocurre en todas las controversias sobre pericias médicas, éstas con saldan en una junta donde participan los peritos oficiales y los de las partes, quienes habitualmente discrepan pero llegan a conclusiones por acuerdo.

Este es el trámite fue impugnado hoy por Arroyo Salgado, al que también estaba convocado el perito forense Mariano Castex, convocado por Maximiliano Rusconi, abogado defensor de Lagmarsino, el único imputado en la causa.

No puede descartarse que estas diferencias se repliquen cuando deba reunirse una junta convocada de los peritos criminalistas, que también deberán confrontar las diversas hipótesis sobre cómo ocurrió la muerte del fiscal de la causa Amia .

Según trascendidos, la querella tendría la intención de que ambas juntas se subsuman en una sola reunión de médicos forenses y criminalistas.

En esa puja de posiciones, Arroyo Salgado ya recusó como perito criminalista de la Fiscalía al especialista Enrique Prueger, pero sufrió la baja de su perito psiquiatra Ricardo Riso, quien renunció antes de realizar una “autopsia psicológica” de Nisman sin dar demasiadas explicaciones.