
Amanecimos con un debate xenófobo. Programa de horario estelar azuzó la indignación por los extranjeros que estudian en Argentina o se atienden en los servicios de salud. La “denuncia” es que vienen a estudiar gratis. La indignación es proporcional al país de origen porque, claro, no son lo mismo los europeos (migración buena) que los latinoamericanos (migración mala). Los periodistas xenófobos no tomaron en cuenta, primero, que los alumnos extranjeros son apenas el 4.0 por ciento de los inscritos, y segundo, que todos los jóvenes que vienen alquilan (muchas veces en dólares y a precios que no pagan los argentinos), comen, compran ropa…consumen, pues. Dejan una derrama económica. A mí la plata que dejan o no, no me importa. Me da pena porque una de las cosas más nobles de este país (que es un país de migrantes) es la generosidad que establecieron desde su Constitución para recibir a hombres (y mujeres) de todo el mundo y otorgarles los mismos derechos que al resto de los ciudadanos. Es como la Primera Enmienda para Estados Unidos, un valor fundacional. Dicen que pasó Trump y le dieron ganas de venir a hacer campaña un rato por acá. Tiene electores.
-En ese mismo programa, periodista famoso (no prestigiado, no es lo mismo) que incumplió la ley al no acudir a una audiencia judicial lanzó un discurso plagado de violencia de género y de obscenidades. No es nuevo. Es un permanente promotor de la violencia verbal. Lo que me sorprende es que llovieron críticas en su contra, pero con insultos. Ponerse al mismo nivel, me parece, nunca es el camino. Hay que argumentar.
-El desánimo tempranero aumentó con el principal titular de La Nación: “Refuerzan la lucha contra el delito en las fronteras con apoyo de las FF.AA”. Nada bueno salió nunca de esta estrategia en ningún lugar en donde se aplicó. Cambiar las tareas de las Fuerzas Armadas (encargadas de defensa de amenazas externas, no para seguridad interior) y sumarlas a combate a narcotráfico sólo generó más violencia y violaciones a los derechos humanos en los países en que se aplicó. Es muy peligroso. No es un chiste. Acá lo explica mucho mejor un documento del CELS:http://www.cels.org.ar/…/la_riesgosa_politica_del_gobierno_…
-De la visita de Macri al Papa ya poco queda para decir. El viernes yo me imaginaba a Francisco ensayando todas las sonrisas posibles para la foto que se tenía que tomar el sábado. Pero se ve que, o mucho no ensayó, o mucho no quiso sonreír. A diferencia de la vez pasada hubo muy pocas fotos porque El Vaticano no dejó entrar a fotógrafos y periodistas. Dizque porque la reunión era privada. Ah, un detalle es que en la mayoría de las notas hablaban de que, además de la famosa Antonia, también fue la hija que Awada tuvo con su “ex esposo” Bruno Barbier, pero en realidad nunca estuvieron casados. Desde la campaña del año pasado, se hablaba del “ex esposo” que nunca fue. Raro. De todas maneras con el viaje a Roma los Macri ya empezaron a dejar atrás la ilusión del estereotipo de familia “Papá, mamá, hija” para mostrar a su familia ensamblada, a sus hijas de parejas anteriores. Capaz lo midieron en encuestas y se dieron cuenta de que no pasa nada, que ya estamos en el siglo 21.
-Perfil publicó ayer una de las mejores entrevistas a Marcos Peña, el jefe de Gabinete. Como Fontevecchia hace entrevistas larguísimas, da tiempo para mostrar en profundidad las ideas de los políticos. En este caso es muy importante para entender los razonamientos de este gobierno. Y algo en lo que tiene razón Peña: muchos siguen subestimando a Macri y eso es parte de su fortaleza. Acá se las dejo, completita. http://www.perfil.com/…/cuando-quien-nos-voto-me-dice-que-p…
-En el día de la madre, Perfil también se anotó un golazo al entrevistar por primera vez a la mamá del presidente. La señora está preocupada por su hijo porque “este es un país al que le falta la cultura del trabajo y el estudio”. Ay, argentinos vagos. Lo bueno es que la entrevista fue breve y por teléfono, si no, quién sabe qué otras prejuiciosas barbaridades hubiera dicho la mamá presidencial.
-Como parece que hay competencia por discriminar, el ministro de Educación se metió de lleno a la pelea al criticar los planes sociales. “A ese pibe le podés dar un plan social, pero esa plata la va a usar para comprar balas”, dijo. Es la continuación de la saga que empezó con “las mujeres se embarazan para recibir subsidios y no trabajar”. No se puede confiar en nadie.
-Pasan tantas cosas todo el tiempo que casi se me olvida que hace una semana amanecíamos con los indignados (pululan) por las pintas y vidrios rotos dejados por un grupo de mujeres durante la marcha de cierre del Encuentro Nacional de Mujeres. Espero que ya se les haya pasado la indignación por unas cuantas paredes pintadas y ayuden a promover el próximo Miércoles Negro en el que las mujeres vamos a hacer huelga durante un par de horas y luego a marchar para denunciar la violencia machista que volvió a aflorar con el asesinato de Lucía Pérez (16 años, drogada, violada, empalada, asesinada). Esta semana no tengo nada más importante qué hacer.
Seguimos.