Pierri dice que hay colegas que le quieren sacar el caso.

Por Rodolfo Palacios.

Miguel Ángel Pierri podría ser uno de los personajes de Farsantes, la tira de El Trece que muestra el fascinante pero intrincado mundo de los abogados. En su larga y mediática carrera, Pierri vivió escenas que parecieron escritas por un guionista. Estuvo preso 40 días porque cuando fue defensor del cura Julio César Grassi, acusado de abuso, dicen que se hizo abogado de la víctima para beneficiar al imputado. Defendió a peligrosos narcos de carteles colombianos, participó en la causa del operativo de droga operativo Strawberry, defendió a Silvio Soldán cuando fue detenido por el caso Rímolo y fue patrocinante de las viudas del triple crimen mafioso de General Rodríguez.

Pese a su dilatada experiencia, y que pareciera haber visto todo en su profesión, su rol en la defensa del portero José Luis Mangeri, no deja de darle dolores de cabeza. En un programa de cable con escaso rating, Juani, el hijo de Pierri, de seis años, abrió la boca cuando su padre decía que el portero era inocente. “¡Pero boludo, mató a Ángeles!”, dijo el nene. El video fue visto en Youtube por más de 450 mil personas.

Aunque los dichos del niño no alterarán la causa (sólo quedó para el anecdotario), Pierri tuvo que salir a dar explicaciones y aclarar que su hijo hablaba por lo que veía en televisión y no porque lo haya escuchado hablar a él del crimen de la adolescente, ocurrido el 10 de junio. A Mangeri lo comprometen las pruebas de ADN.

Durante el caso, el abogado fue cuestionado por algunos de sus colegas, sobre todo por mediatizar el expediente o usar a parte del periodismo para desviar la investigación hacia la familia de la víctima. Hace dos semanas, el abogado amenazó con renunciar a la defensa del portero y denunció una operación para sacarlo del medio. “Están operando, me critican, me injurian, me descalifican. Pero tengo la conciencia muy tranquila con el trabajo que dirijo.  Me pasaron el listado de abogados que defendería a Mangeri hasta gratis. Se le ofrecieron a su esposa Diana, muchos en tevé. Y pensar que algunos de ellos decían que jamás lo defenderían”, disparó Pierri.

Lo que dice el famoso abogado no es nuevo. “Ir a la tele es como repartir 80 mil tarjetas en un minuto”, calcula un viejo penalista. En el ambiente es sabido que hay abogados que usan a productores y periodistas para generar clientes. Siempre hay una comisión –que puede llegar al 20%– para el que le acerque un caso. Otras veces, el premio es una primicia. El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal sanciona con multa y hasta con la suspensión de la matrícula a los profesionales que obtengan casos a través de terceros. Por año se reciben 1.500 denuncias contra letrados acusados de todo tipo de faltas, desde pagar coimas hasta quedarse con la esposa de un defendido.

Mangeri es el único imputado en la causa.

Carola Labrador, la madre de Candela, fue una presa codiciada de los abogados que pretendían llegar a un caso famoso. Si eso no les da plata, les da fama, que a veces se traduce en más clientes.

Pierri apuntó contra el abogado José Luis Ferrari, al que definió como “un cachivache y chamullero del Derecho”. Ferrari ha criticado el desempeño de Pierri en el caso. Algunos de sus colegas cuestionan su estrategia: que no haya hecho declarar al portero, que le haya permitido negarse a que le hagan las pericias psicológicas y psiquiátricas, entre otros aspectos. “Vende humo”, dijo Ferrari sobre Pierri.

“Hay mucho periodista y abogado trucho. Ferrari nos recomendó que nos bajemos de los medios. ¿Espectacular, no? Hay gente que con 15 minutos de fama se marea.  Hay colegas  desagradecidos, ratas, resentidos y cretinos, sólo debemos esperar cretinadas. A algunos les curamos el hambre, los inserté en el mercado cuando eran desconocidos y hoy critican. Burros, estudien, aprendan y luego opinen. Qué imbéciles.

“El sistema nos quiere supuestamente calmos, silenciosos. ¿Soy un dolor de cabeza?  No tienen ética, estamos frente a delincuentes que quieren desarmar esta defensa. No es casualidad, quieren que me baje de la defensa a toda costa. Son resentidos. Un periodista me dijo que no importa que siga mi estudio, el objetivo es que yo no siga porque soy la piedra del zapato”, acusó el abogado de Mangeri. También afirmó que Ferrari dijo que si él hubiese sido el abogado de Mangeri él hubiese hecho otra cosa. “Lo dijo en su sexta aparición mediática. Se ve que hay abogados que necesitan trabajo”, lo chicaneó Pierri.

¿Quién quiere dejar afuera a Pierri y por qué? Hasta ahora es una incógnita. Lo cierto es que las declaraciones de Pierri dejaron al descubierto una parte del mundo cuervo. Está claro que ni entre ellos se salvan. Se comen los ojos.