El fiscal Andrés Madrea pidió hoy que envíen a juicio oral al ex jefe de la barra brava de Boca Mauro Martín y a otros dos acusados por el crimen de un vecino del barrio de Liniers, cometido en agosto de 2011. También que reclamó que se agrave la acusación inicial de homicidio simple a agravado.
El dictamen fue firmado por el fiscal de instrucción Andrés Madrea, quien solicitó al juez Manuel de Campos que de por cerrada la instrucción y envíe a juicio a Martín; a su cuñado, Gustavo Petrinelli, y al barrabrava Maximiliano Mazzaro, por el homicidio agravado de Ernesto Cirino, asesinado a golpes el 29 de agosto de 2011 a raíz de una disputa barrial por un perro, informó la agencia Télam.
«La muerte de Cirino fue consecuencia del accionar preordenado de un grupo de choque que concurrió ante el llamado de Petrinelli convocando a un grupo para que diera fin a la cuestión con el claro y único objetivo de agredir al vecino y de la forma en que lo hicieron», afirmó el fiscal en su acusación.
Petrinelli, cuñado de Martín, discutía con la víctima porque su perro había orinado en la vereda de su casa y convocó a los otros para que lo apoyaran en la pelea.
El objetivo «estaba encaminado a inmiscuirse en una disputa violenta y que el resultado mortal no les era ajeno teniendo en cuenta el número de personas que intervinieron, su contextura física, su funcionamiento habitual como grupo de choque (barras) y la entidad de los golpes que presentaba el fallecido Cirino», agregó la fiscalía.
En base a ese argumento, Madrea pidió una calificación más grave que la de homicidio simple, por la que todos están procesados, y reclamó un juicio por homicidio agravado.
El vecino «sufrió una fractura de techo orbitario izquierdo y de la unión esfeno-temporal izquierda (a nivel de la fosa craneal media), fractura occipital, lado izquierdo, en trazo lineal simple, contusión y hemorragia meningo-encefálica», a raíz de la golpiza que le dieron esa medianoche.
Madrea entendió que deben ser juzgados por «homicidio agravado» porque en el ataque intervinieron por lo menos cuatro individuos, uno de los cuales sigue prófugo.
«Cada uno hizo el aporte necesario para llevar adelante la golpiza que provocó la muerte de Cirino», advirtió.
Martín también será juzgado por otro delito, «desobediencia», a raíz de haber concurrido el 4 de diciembre de 2011 a un partido entre Banfield y Boca en la Bombonera pese a tener prohibido ir a la cancha, causa que también está a cargo del mismo fiscal Madrea.
El homicidio investigado ocurrió la noche del 29 de agosto de 2011, en Pieres y Caaguazú, donde Cirino fue atacado a golpes y sufrió lesiones de tal gravedad que determinaron su muerte la mañana del 31 de agosto en un hospital.
Martín fue detenido el lunes 7 de enero último y al día siguiente realizó la declaración indagatoria durante casi cuatro horas ante el juez De Campos.
Días después fue apresado Petrinelli, que también fue indagado y permanece en prisión, ya que el magistrado le rechazó la excarcelación.
En tanto Mazzaro se mantuvo prófugo hasta que el 7 de junio pasado fue apresado en un operativo policial realizado en el centro porteño.
Como acusado de haber encubierto a Mazzaro para evitar que fuera apresado fue acusado y detenido en el marco de esta causa el entonces arquero de San Lorenzo Pablo Migliore, quien también permaneció en prisión hasta que fue excarcelado, aunque aún se encuentra vinculado a la causa.
El único prófugo en el expediente, a quien también se la atribuye la participación en el homicidio, es Maximiliano Wehbe, ex integrante de la barra brava de Boca.