Por Rodolfo Palacios.
La historia de la mujer que se enamoró y se casó con el hombre condenado por el crimen de su hermana gemela sumó un nuevo capítulo. En Pico Truncado, un pueblo santacruceño de 22 mil habitantes, no salen de su asombro. El caso de Edith Casas y Víctor Cingolani suma conflictos típicos de un culebrón: el padre de Edith la acusó de ser la autora intelectual del asesinato y ella evalúa denunciarlo.
La nueva pelea surgió después de que Valentín Casas, padre de las gemelas y policía retirado, le dijera al periodista Mauro Fulco, de C5N, que sospechaba que su hija Edith había planeado matar a su hermana por celos. “Edith ordenó que la mataran por envidia porque Johana era una modelo muy conocida en Pico Truncado y era distinta”, dijo el padre de la víctima.
“Me sorprende lo que dijo mi papá. Está inventando una historia. ¿Cómo puede pensar que yo tuve la idea de matar a mi hermana? Yo siempre quise que el verdadero culpable, que es Marcos Díaz, pague la pena. Nunca envidié a mi hermana ni quería ser como ella”, dijo Edith.
Dolida por la afirmación de su padre, Edith se reunió con el abogado de Víctor Cingolani, Lucas Chacón, y le dijo que quería denunciar a su padre por calumnias e injurias. “Lo evaluamos porque ella está muy mal por la falsa acusación. Pensamos en presentar la denuncia, pero por otro lado frenamos este tema porque era embarrar la cancha, y acá lo importante es que se sepa la verdad”, dijo Chacón a CyR.
Edith no ve a su padre desde hace casi un año. Con su madre Marcelina, en cambio, la relación mejoró. Pasaron de no hablarse a mandarse mensajes de texto. “No sé si mi hija está poseída o si el asesino la tiene secuestrada”, llegó a decir la mujer después de que su hija se casara con Cingolani el 14 de febrero, el Día de los enamorados.
Para la Justicia, Edith no tuvo nada que ver con el crimen. Incluso en todo momento buscó que el caso se esclareciera. “Además es una chica tímida, sin maldad ni iniciativas, incapaz de cranear un crimen”, dijo una fuente judicial.
A Johana Casas la mataron de dos balazos el 16 de julio de 2010. Su cuerpo fue encontrado por un entrenador de perros que recorría un descampado ubicado a unos cuatro kilómetros del centro de Truncado, en una zona conocida como cordón forestal. La autopsia reveló que el asesino la ejecutó de un balazo a quemarropa en el corazón y otro entre la segunda y tercera costilla.
Desde un principio hubo dos sospechosos: Cingolani y Marcos “El tosco” Díaz, el último novio de Johana. Para los investigadores, los dos se habían puesto de acuerdo para matarla, aunque nunca tuvieron una buena relación. Primero fue juzgado Cingolani porque Díaz estuvo prófugo siete meses. En junio de 2010 lo condenaron a 13 años. Este año, Díaz fue condenado a 12 años por el mismo delito y el fiscal del juicio consideró que no había pruebas para involucrar a Cingolani.
Cingolani está cerca de recuperar su libertad. La Cámara del Crimen de Caleta Olivia hizo lugar a un pedido de excarcelación presentado por Chacón. La Justicia fijó una fianza de 200 mil pesos: la familia de Cingolani presentó como garantía una propiedad y dos autos.
“Si la fiscalía no apela esta resolución judicial, Cingolani estará libre. En realidad, mi pedido se hizo porque había pasado los tres años de prisión preventiva sin condena firme. La Justicia entendió que puede estar libre sin riesgo de fuga y sin entorpecer la causa”, dijo Chacón a CyR.
La historia de las gemelas no deja de sorprender.