El acusado Ibar Esteban Pérez Corradi fue traido hoy a la Argentina extraditado desde Paraguay y mañana miércoles será indagado por el triple crimen de General Rodríguez por la jueza federal María Servini de Cubría, ante quien «demostrará su inocencia», dijeron sus abogados.
El avión que trasladó a Pérez Corradi aterrizó poco antes de las 18 al aeroparque metropolitano en medio de un espectacular operativo de seguridad y apenas bajó del avión del sospechado de ser el autor intelectual de los asesinatos de los empresarios farmacéuticos Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina en 2008 fue llevado a la sede de Gendarmería, en Retiro, a la espera de la indagatoria de mañana, a las 10.
Fuentes judiciales indicaron que la jueza ordenó blindar el área del tercer piso de los tribunales federales de Comodoro Py 2002.
El jefe de Seguridad del edificio de Py, comisario Mariano Martín Cousteau, recomendó a la Cámara Federal de Casación Penal medidas de prevención y restricciones para ingreso y circulación en esa zona, además de la destinación de «personal de explosivos dotado con canes y un vehículo especialmente equipado con escáner que inspeccione los vehículos estacionados en el predio judicial».
Será un día agitado en el lugar: no solo se prevé la llegada custodiada de Pérez Corradi, sino que serán trasladados desde el penal de Ezeiza los detenidos por la «ruta del dinero K», encabezados por el empresario Lázaro Báez, y fue convocada la ex presidenta Cristina Fernández para notificarse del procesamiento y embargo impuesto a sus bienes en la causa por dólar futuro.
Pérez Corradi, sospechoso por el triple crimen de General Rodríguez, estaba prófugo desde 2012: después de trabajar durante seis años en el Banco Nación se convirtió en financista y empresario farmacéutico, se metió en el negocio del tráfico de efedrina y aportó a la campaña presidencial de Cristina Fernández en 2007.
Además la justicia de Estados Unidos pidió su extradición acusado de narcotráfico por haber introducido en los Estados Unidos pastillas de oxicodona, un analgésico derivado del opio que llegó a ese país por encomienda privada.
Estuvo preso por ese pedido de extradición -cuyos papeles diplomáticos no avanzaban- y por lavado de dinero en la causa por la «mafia de los medicamentos», pero la Sala I de la Cámara Federal lo liberó a fines de 2011.