| Conmoción por el fallo

Pedidos de juicio político para los jueces que bajaron la pena a un violador

Dos pedidos de juicio político fueron presentados contra los camaristas Piombo y Sal Llargués bajaron la pena de seis años a tres años y dos meses a un hombre condenado por el abuso a un menor de seis años.

Los dos jueces que rebajaron la pena de un condenado por violación con el argumento de que la víctima, un nene de seis años, era gay y había sido ultrajado, enfrentan ahora dos pedidos de juicio político, presentados ayer por los senadores Cristina Fioramonti (Frente para la Victoria) y Jorge D’Onofrio (Frente Renovador).

Esa sentencia fue firmada por los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués el año pasado. El fiscal ante la Cámara de Casación, Carlos Altube, la apeló ante la Suprema Corte de Justicia, que admitió el recurso el 6 de este mes. Desde entonces, la polémica en torno al fallo llegó a todas las esferas: políticas y judiciales.

El fiscal Altube dijo al diario La Nacion que la sentencia «es grave». Destacó que no existe constancia judicial de que el chico hubiese sido violado por su padre antes de que abusara de él un entrenador de fútbol, hace cuatro años. Ese hombre, Mario Tolosa, fue condenado en primera instancia a seis años de prisión por «abuso sexual gravemente ultrajante».

Pero Piombo y Sal Llargués redujeron esa pena a tres años y dos meses, tras considerar que el niño ya tenía una orientación sexual vinculada al «travestismo» y que había sido víctima de abusos anteriores.

Piombo se defendió ayer y dijo que las críticas al fallo son parte de «un tema político» para que dé un paso al costado. «La víctima vivió la situación antes con otro victimario. El chiquito fue ultrajado y llevado a las cosas más infectas desde el punto de vista social por su padre. El padre ya fue juzgado en otro proceso, que no lo tenemos nosotros. Cuando viene la causa, es otro individuo que tuvo tocamientos impúdicos y cosas asqueantes con el nene. Y entonces quedaba ver concretamente si había una agravatoria del Código, no el delito. Lo que quedaba resolver era la existencia o no del agravante, el delito no estaba en discusión», explicó el juez.

En ese sentido, afirmó que «lo gravemente ultrajante fue cuando el padre lo inició en lo aberrante».

El fiscal Altube negó enfáticamente que esa violación anterior por parte del padre hubiera sido constatada en el expediente. «Obviamente, no compartimos el criterio que escogieron. Tomaron como elemento la situación de que había sido abusado por el padre y que a raíz de ese hecho había adoptado una orientación» sexual. El fiscal insistió en «no perder de vista que el menor tiene seis años, ya que ése es el eje central», y sostuvo que «cualquier fundamento es inválido». «La verdad, llama la atención y conmueve», completó.

El ex camarista León Arslanian opinó ayer: «No comparto el fallo acerca de la insondable duda respecto de la sexualidad del niño. Un niño de esa edad no puede interpretar que ciertas conductas en su parte pueden aumentar la tolerancia para ciertos hechos. Eso está muy mal. El fallo de los jueces Piombo y Sal Llargués da vergüenza. Muestran un Poder Judicial burocrático, arcaico y sin ningún tipo de sentido común».

«Decir que la presunta orientación sexual de un chico de 6 años abusado es causal de reducción de pena para el abusador es repugnante», agregó.


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