Ignacio Ramírez
Hace tres semanas que el empresario y financista Hugo Darío Díaz (41) está desaparecido. Hipótesis de las más diversas comenzaron a sugir, cuando se supo que una cámara de seguridad situada en pleno microcentro aportó un dato revelador. Una de sus cuevas financieras fue allanada por la justicia porteña en la búsqueda de elementos que puedan dar con el paradero del empresario que desapareció en plena City.
La oficina ubicada en San Martín 543, fue el escenario del procedimiento encabezado por la División Operativa de la Policía Federal, a pedido de la fiscal a cargo de la causa, Estela Andrades. Para sorpresa de los policías, la cueva estaba operando de manera normal, acargo del hijo mayor de Díaz. Fuentes de la investigación secuestraron allí ocho computadoras y material que posteriormente será peritado.
Para sorpresa de la fiscal, y luego de un revelamiento de la Federal sobre las cámaras de seguridad que rodeaban el garaje donde apareció el VW Vento de Díaz, en una de las cámaras se identifica al financista caminando. En esas imágenes fue identificado por la propia ex mujer y concubina Andrea Puccar. Los investigadores a partir de esos datos lograron reconstruir las últimas horas del financista desaparecido.
El lunes 9 Díaz arribó a la mañana al garaje de Lavalle al 660, luego de haber pasado la noche en la casa que compartía con su ex mujer. Luego de dejar el auto particular, le envió cuatro mensajes a su ex mujer, dos a su novia y uno a su primo, quien era uno de los empleados en la financiera allanada.
El expediente tiene acreditado que Díaz usaba cuatro celulares para sus diferentes emprendimientos. Pero no se descarta que haya más líneas para la financiera.
Lo que está claro, es que el empresario nunca arribó a la oficina ubicada en San Martín al 500. Antes fue a visitar a un amigo, colega del sector “cuevero”, que ya declaró en la caso. A las 11, Díaz retiró un cheque de la cueva de su amigo, por un valor de 32.000 pesos, que todos los meses le daba, por un motivo que aún no está muy claro.
En diferentes llamadas telefónicas con su primo y empleado, Díaz comentó que había tenido una reunión con alguien no identificado conocido por «Pela», para luego de realizar diferentes dirigencias desconocidas, le expresó que se iba a su domicilio, el cual nunca llegó.
La linea de investigación del otro emprendimiento de Diaz, la empresa de ambulancias May Day, sigue siendo otra pista del caso. Teniendo en cuenta que no se descarta que la empresa de servicios de emergencia haya sido el disparador del atentado que sufrió días antes de desaparecer en su domicilio personal, cuando una moto con dos personas baleó el frente de la casa ubicada en Lanus, el pasado 26 de febrero.
La otra hipótesis que no se descarta es la de clientes de la financiera allanada, junto a las asociadas en operaciones que apuntan a integrantes del brazo duro de la barra de Boca. Al menos cuatro barras de La Doce, tenían contacto directo con la financiera haciendo diligencias varias de cobro, a diferentes clientes de Díaz.