Amado Boudou se convirtió en el primer vicepresidente de la historia argentina en ser condenado por delitos de corrupción y cumplirá la condena de cinco años y diez meses que le impuso el Tribunal Oral Federal N°4 en el complejo de Ezeiza, donde ya estuvo más de dos meses presos por orden del juez Claudio Bonadio.
Boudou estaba acusado de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública por la compra de la imprenta Ciccone, que se encontraba quebrada cuando ocupaba el cargo de ministro de Economía. Su amigo José María Nuñez Carmona recibió una pena de cinco años y medio, mientras que Nicolás Ciccone, el fundador de la imprenta, recibió una pena de cuatro años y medio. El tribunal dispuso que sólo los dos primeros cumplan la pena efectiva, aún antes de que el fallo quede firme.
El titular de The Old Found, Alejandro Vandenbroele, recibió una pena dos años de prisión en suspenso (debido a que fue arrepentido en la causa), mientras que el ex funcionario de la AFIP Rafael Resnick Brenner recibió tres años de prisión en suspenso. Para Guido Forcieri, ex asesor del Ministerio de Economía se le impuso una condena dos años y seis meses de prisión en suspenso.
Durante el juicio, Boudou sostuvo que no había estado involucrado en la compra de la imprenta, que tiene capacidad para imprimir papel moneda, y que los verdaderos dueños eran los banqueros Raúl Monetta y Jorge Brito. Así lo dijo también Núñez Carmona durante la mañana cuando hizo uso de las últimas palabras y también Ciccone, cuando sostuvo que tras la venta se había designado como gerente general a un exdirectivo del Banco Macro, que pertenece a Brito.
Nada de esto fue considerado por los jueces, quienes dieron por probado que Boudou se quedó con la imprenta a través de Vandenbroele y Núñez Carmona. De todos modos, esta tarde sólo dieron lectura al veredicto, y habrá que esperar hasta el 3 de octubre para conocer los fundamentos de la sentencia.
«Hay un relato construido en este juicio, muchas cosas se desbarataron», afirmó Boudou el último en hablar antes de que se dictara la sentencia. «Jamás negocié por mí o terceras personas el 70 por ciento del paquete accionario de Ciccone», aseguró.
Luego, sostuvo que las acusaciones por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública no tienen ningún sustento. «Los políticos que reciben transformar la libertad son perseguidos, primero por los medios y luego por la administración de Justicia», agregó Boudou, quien dijo que en este proceso se está «tomando revancha» en su contra por cambiar la política de las AFJP durante su gestión y aseguró que muchos ex directivos de esas compañías hoy trabajan para el Gobierno. Dijo también que este país es “hoy mucho más injusto”, que hace tres años. «Quiero dejar este testimonio para todos los jubilados, para los niños, para todas y todos. La única verdad es la realidad», cerró Boudou.
La defensa del exvicepresidente había pedido la suspensión de la audiencia de hoy, y en consecuencia del dictado de la sentencia, debido a que había presentado un recurso extraordinario ante la Cámara de Casación Penal, con la recusación del presidente del tribunal. Recordó que en otros casos similares, la Casación dispuso que el juez recusado no pudiera tomar ninguna decisión hasta que la cuestión quedara resuelta. Pero los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñíguez lo rechazaron de plano.
Bertuzzi pidió su traslado a la Cámara Federal y tendría el visto bueno del Gobierno, sobretodo después del fallo conocido hoy.