| Narcotráfico

Los líderes de la banda Los Monos ya están en las jaulas de Ezeiza

«Guille» Cantero y su segundo fueron trasladados a un complejo federal. Estuvieron demorados varias horas antes de ingresar. Temor a una fuga en una cárcel de Santa Fe.

Guille Cantero ya está en Ezeiza.

Guille Cantero ya está en Ezeiza.

Ariel Máximo «Guille» Cantero y Emanuel Chamorro, sindicados líderes de la narcobanda rosarina «Los Monos», fueron trasladados ayer desde la cárcel santafesina de Piñero al penal federal de Ezeiza bajo un fuerte operativo policial, aunque el ingreso a la unidad bonaerense se demoró casi cinco horas por una supuesta falta de espacio para recibirlos.
Por su parte, los abogados de Cantero (27) y Chamorro (26) aseguraron que este traslado los tomó por «sorpresa» y consideraron que las denuncias por una presunta fuga fueron una «puesta en escena» para que los detenidos pasen a una cárcel de otra provincia.
Custodiados por efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y de la Policía de Acción Táctica (PAT), santafesinas, Cantero y Chamorro arribaron a las 6.20 a la puerta de la Unidad Penitenciaria Federal de Ezeiza, pero llamativamente no les autorizaron el ingreso hasta las 7.40.
Por eso, ante las cámaras de televisión que hacían guardia en el lugar y bajo una fuerte presencia de custodios con armas largas, permanecieron en el lugar durante la hora y veinte minutos hasta que finalmente les abrieron las rejas.
Una vez dentro, permanecieron en el pabellón de ingreso donde fueron sometidos a controles médicos de rutina y recién cerca de las 11 pudieron formalmente ingresar al penal, es decir casi cinco horas después de haber llegado.
«No hubo aviso previo, no fuimos notificados de ninguna autorización judicial. Me levanté con esta novedad sorpresiva», aseguró a la prensa el abogado Fausto Yrure, quien junto a su colega Carlos Varela, defienden a los dos detenidos.
«Desde la dirección del Servicio Penitenciario Provincial estaban desesperados por sacárselos de encima. No los querían tener acá. A raíz de eso hicieron una serie de denuncias, todas incomprobables y que indefectiblemente terminarán en archivo sobre esa presunta fuga. Para mí fue una puesta en escena», afirmó el letrado.
Según los abogados defensores, el traslado había sido dispuesto en diciembre pasado por el juez federal Marcelo Bailaque pero hasta ayer al mediodía, debido a la feria judicial, no había sido autorizado por la Justicia provincial.
Sin embargo, en las últimas horas de ayer, la jueza María Isabel Más Varela habilitó la feria y autorizó el traslado de los involucrados, lo que se efectivizó a la madrugada, luego que en los últimos días se registraron diversos episodios que hicieron sospechar a las autoridades del Servicio Penitenciario de Santa Fe que Cantero y Chamorro podían estar planeando un intento de fuga.
El último hecho sospechoso ocurrió la madrugada del sábado pasado cuando dos personas se acercaron con armas de fuego al penal de Piñero.
«Personal del Servicio Penitenciario disparó desde las garitas exteriores al aire y les respondieron con fuego», dijo a Télam una fuente del Ministerio de Seguridad santafesino.
Según el titular del Servicio Penitenciario Provincial, Pablo Cococcioni, los rumores sobre un posible intento de fuga de los integrantes de «Los Monos» comenzó el último día del año pasado, en plena búsqueda de los hermanos Martín (42) y Cristian (44) Lanatta y Víctor Schillaci (35), quienes se habían escapado de la cárcel bonaerense de General Alvear.
«Nos transmitieron un llamado desde el 911 el 31 de diciembre, indicando que una persona de manera anónima denunciaba que se estaría planeando una fuga masiva de la banda de Los Monos de la cárcel», dijo Cococcioni.
Esta tarde se conoció parte del audio de esa llamada en la que una mujer dijo que quería «dar información de una fuga que se va a dar en la cárcel de Piñero, cuyo cabecilla es Pablo Cantero (así se llamaba el hermano de ‘Guille’ Cantero, asesinado en 2013)».
Por esa razón, el funcionario provincial explicó que se adoptaron «medidas preventivas», como el refuerzo de la seguridad interna del penal, de su perímetro y «se adoptó armamento de guerra en puestos de vigilancia».
Luego de ese episodio, hace unos días, advirtieron en inmediaciones del penal el sobrevuelo de drones que «no eran de juguetes sino profesionales», dijo Cococcioni, para agregar que podría tratarse de un intento por visualizar las condiciones del penal para una posible fuga.
Fuentes del gobierno santafesino explicaron a Télam que esos hechos se produjeron en momentos en que la cárcel «está en refacciones y la seguridad es más vulnerable» por el ingreso de personal de la construcción y de materiales.