| Reuniones reservadas

Lorenzetti y Gils Carbó se disputan el control del caso Nisman

El presidente de la Corte y la titular de la Procuración se reunieron con Palmaghini y Fein. Gils quiere que las riendas de la investigación las tenga la fiscal.

Lorenzetti y Cristina, otros tiempos.

Lorenzetti y Cristina, otros tiempos.

Mientras ayer Ricardo Lorenzetti se reunió con la jueza Fabiana Palmaghini, con un perfil mucho más bajo, Alejandra Gils Cabó hizo lo propio con la fiscal Vivina Fein.

La procuradora, a quien la fiscal notó golpeada, o al menos eso contó cuando volvió a su despacho, le pidió que tenga muy presente que quien debe conducir la investigación por la muerte del fiscal Nisman es ella y no Palmaghini, o al menos hasta que se confirme el autor de la muerte.

Esto es así porque los delitos con autores no identificados, como podría ser este caso, o los suicidios si así fuera, siempres son investigados por los fiscales, de acuerdo con una vieja práctica penal.
Gils Carbó fue más allá y le recomendó a Fein que si Palmaghini sigue intentando monopolizar el expediente directamente la recuse. La fiscal también se quejó ante la procuradora de la irrupción en el caso de la policía Metropolitana que reporta a Guillermo Montenegro, exfiscal y juez y con un pasado oscuro en la causa AMIA.
La convocatoria de la Metropolitana habría sido decisión de Palmaghini, a quien se le debe haber pasado por alto que su primer jefe, el «Fino» Palacios, terminó procesado por espiar a familiares de víctimas del atentado contra la sede de la AMIA.
El expediente es ahora el campo de batalla entre Gils Carbó y Lorenzetti, pelea que ya viene intensificándose desde noviembre cuando el Congreso aprobó la reforma procesal penal que le da más poder a los fiscales cuando entre en vigor el nuevo Códifo Procesal Penal.
El caso de Nisman la golpeó fuerte a Gils Carbó porque le volvió a dar letra a sus adversarios dentro del ministerio público, quienes automáticamente la responsabilizaron por haber concentrado la causa AMIA sólo en Nisman y no haber convocado a más fiscales para esa unidad especial.
El lunes, a pocas horas de conocer la noticia, Gils Carbó se comunicó con los cinco secretarios letrados de Nisman y les puso custodia policial. Ayer se disgustó con la noticia de que la embajada de Estados Unidos dará apoyo técnico pero que ese soporte será para Palmaghini y no para Fein.
La indignación le duró poco porque le bastó recordar los cables de Wikiliks para entender quien es el referente judicial local para dicha representación diplomática.

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