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Las causas contra Jaime provocan extraños alineamientos en la Cámara de Casación

Hornos se muestra ambivalente.

Hornos se muestra ambivalente.

La Cámara de Casación Penal ha encontrado en las causas de Ricardo Jaime un nuevo escenario para medir fuerzas y resolver asuntos internos. El máximo tribunal penal se encuentra dividido tanto por decisiones administrativas como por una feroz competencia de egos que no da indicios de terminarse. En menos de 20 días Jaime fue beneficiado con la posibilidad de eludir un juicio oral para luego ser llevado hacia esa misma instancia pero en otra causa.

Un día antes de la feria invernal, la Sala IV que integran Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani había suspendido las presentaciones de evidencias en un juicio que Jaime debía afrontar ante el juez Julián Ercolini por sus viajes en aviones supuestamente alquilados por las empresas de transporte que debía controlar cuando era funcionario. Los camaristas interrumpieron el juicio y dieron lugar a que corrieran nuevamente los plazos de prescripción.

Sin embargo, la semana pasada la Sala III donde despachan Borinsky junto a Liliana Catucci y Gustavo Riggi, confirmó que el ex secretario de Transporte debe presentarse a juicio oral por la causa que investiga el pago del alquiler de un departamento en Avenida Libertador donde Jaime vivía y que corría por cuenta del concesionario de la terminal de ómnibus de Retiro, Néstor Otero. Ahora solo es cuestión de tiempo para que Ercolini fije una fecha para que se desarrolle el juicio.

Extraños giros los de Borinsky, un camarista relativamente nuevo en el primer piso de Comoro Py y a quien algunos sindican como cercano al mundillo de inteligencia. En la Sala IV suele hacer dupla con el jefe de la Casación, Hornos, un juez hermético y ambivalente en cuánto a su relación con el kirchnerismo. Borinsky y Hornos favorecieron a Jaime y motivaron la reacción de Claudio Bonadio quien firmó la orden de detención que llevó al ex funcionario a profugarse.

En la Sala III la historia es distinta. Borinsky está enfrentado a la Riggi y Catucci, quienes desde hace tiempo reconocen que la convivencia con el ex fiscal es muy difícil. Camaristas conservadores, hicieron pesar su entendimiento de la causa y sumaron a Borinsky al fallo contra Jaime.

Por estos días media Cámara esta denunciada por el Gobierno luego de que se prorrogara la subrogancia de Luis María Cabral en la Casación sin plazo alguno. Un caso sensible (Cabral preside la opositora Asociación de Magistrados) que divide a la Cámara en tres sectores: el minoritario que integran Alejandro Slokar, Ángela Ledesma y Pedro David y que se opone a la presencia de Cabral por entender que la subrogancia es irregular ya que no se hizo por sorteo, el mayoritario que agrupa a Catucci, Riggi, Gemignani, Borinsky, Ana María Figueroa y Raúl Madueño y por último el neutral Hornos.


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