
Con la excusa de celebrar el «Día del Amigo Desarrollista» en homenaje a su abuelo, Rogelio Frigerio (n) puso este miércoles en escena al grupo de dirigentes del Pro y afines en quienes están pensando en un «macrismo sin Macri» y que lideran Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.
No fueron los únicos tres. En las banquetas altas del encuentro presencial que fue transmitido vía streaming desde la página del MID, se sentaron también el senador Martín Lousteau; la dirigente aliada a Sergio Massa, Margarita Stolbizer, el economista Ricardo López Murphy y el neurólogo Facundo Manes, quien siempre suena para ser candidato.
Fue la primera muestra pública de lo que imagina como el camino que desemboque en la candidatura presidencial de Rodríguez Larreta, un lugar como vice de Vidal, que puede ser candidata antes en las Elecciones 2021 y un esquema con Lousteau en la ciudad. Falta, claro, el armado de la «pata peronista».
La discreta diversidad se borró en los discursos, con puentes de plata para quienes están en otros espacios y una discurso común vinculado con la necesidad de eliminar la grieta, sostener un proyecto político amplio y definir temas de agenda permanente como políticas de Estado.
El más explícito fue Rodríguez Larreta, el único de los presentes con cargo ejecutivo y quien tuvo que ejercitar en forma reiterada la concordia transpartidaria a partir de la pandemia, con los acuerdos con el Gobierno nacional de Alberto Fernández y del bonaerense Axel Kicillof, crítico indisimulable de la gestión del Pro.
«La grieta puede alcanzar para ganar pero no para sostener políticas a largo plazo», dijo Larreta que recordó que se volvió a sentar con Alberto luego de que le anunciara sin aviso previo que iba a retirar fondos a la Ciudad. Y mencionó el amplio acuerdo que lo llevó a la reelección en la ciudad «desde José Luis Espert hasta el socialismo». Había más, claro. La propia presencia de Lousteau, con quien se enfrentaron e las urnas. «Para gobernar sin grieta, tenemos que construir sin grietas», postuló.
Vidal había sido la encargada del primer discurso, luego de la presentación de Frigerio. Como ministro del Interior en tiempos del gobierno de Mauricio Macri, Frigerio fue la pata política que jugaba con la punta del zapato fuera de la Casa Rosada articulando el «post Mauricio» junto a Vidal (por entonces gobernadora bonaerense) y con Larreta que ya era jefe de Gobierno. Los dirigentes tuvieron su punto de mayor fricción cuando en una de las crisis de gestión más profundas fueron hasta la residencia de Olivos con la intención de pedir la cabeza del jefe de Gabinete, Marcos Peña. Macri los recibió… junto con Peña.
Vidal y un sector que la acompaña buscaron entonces desdoblar las elecciones presidenciales de las bonaerenses, para evitar que el desplome de imagen de Macri arrastrara a la gobernadora, Terminó pagándolo más caro Vidal que Macri.
«En un momento donde hay tanta división y confrontación me encanta poder tener esta oportunidad», dijo Vidal desde una pantalla por videollamada por el cumpleaños de su hija. Y destacó que «el encuentro de hoy refleja los valores comunes». Nadie dudó que no estaba hablando de hoy sino del año próximo, de cara a las elecciones 2021.
Fuente: BAE