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La otra inseguridad: la mitad de los semáforos de Buenos Aires funciona mal

Los semáforos de la ciudad de Buenos Aires están mal sincronizados, dejan de funcionar cuando llueve mucho y salen de servicio durante horas cuando hay cortes de energía. Esas no son las únicas deficiencias, según un relevamiento realizado por una ONG, la mayoría tienen luces quemadas o faltan las lámparas que habilitan el paso peatonal.

El estudio fue realizado en 220 intersecciones de calles y avenidas en diez zonas de la ciudad de Buenos Aires, durante el mes de junio último, entre las 9 y las 18, en los días hábiles por la organización Luchemos por la Vida, dedicada a crear conciencia sobre los peligros en el tránsito.

El relevamiento se realizó en más de 200 esquinas porteñas.Pese a que los grandes medios tienden a ocuparse de “la inseguridad” vinculada con hechos delictivos, las estadísticas muestran que las víctimas mortales por accidentes viales son mucho mayores que las originadas en delitos. La mayor parte de los accidentes son por errores humanos, pero estos pueden crecer potencialmente si los semáforos que deben organizar el tránsito no funcionan.

Según el trabajo, en el 58 por ciento de las de las intersecciones observadas, los semáforos presentaron luces quemadas, fallas, en los semáforos vehiculares y/o en los semáforos peatonales.

“Existe una falta importante de semáforos para peatones, en el 39% de ellas, en el 56% los semáforos peatonales están incompletos, y sólo en el 5 % de las instalaciones están totalmente instalados. Y algo muy grave, en las intersecciones con semáforos peatonales, la gran mayoría, el 75% de las intersecciones con semáforo peatonal  tenían luces quemadas”, dice el informe.

El informe consigna que en el 28 por ciento de los casos, en tres de cada diez intersecciones los semáforos vehiculares tenían las luces quemadas, algo que se puede observar a diario por las calles de la ciudad.

En sus conclusiones, el informe dice que “los semáforos, en las zonas urbanas, ordenan las prioridades de paso, permitiendo una más fluida  y segura circulación de vehículos, los cuales pueden atravesar las encrucijadas sin disminuir la velocidad, por esa razón, los semáforos se suelen ubicar a lo largo de avenidas, por donde se circula a más velocidad o en calles de alto tránsito de vehículos y/ peatones. A estos últimos, el semáforo les aporta información para cruzar en el momento adecuado, con tiempo suficiente para cruzar en forma segura.

“Una encrucijada con semáforos que no funcionan provoca confusión y deja a los transeúntes en mayor riesgo que si el cruce no estuviera semaforizado, por las características de los cruces que ya se han mencionado y la propensión de los conductores, especialmente, a circular confiados en su prioridad.

“La falta de semáforos peatonales y su mal estado de mantenimiento priva a los peatones de mayor seguridad.

“La semaforización en la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en un estado deficitario, con problemas de mantenimiento,  que puede favorecer  incidentes y/o choques”, concluye el trabajo.

 


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