Adriana Paula Giménez, cuyo cuerpo apareció ayer en la planta de José León Suárez, murió de un «traumatismo de cráneo encefálico», reveló la autopsia. No presentaba signos de abuso sexual. Había desaparecido la semana pasada en Almagro.
Así lo establecieron anoche en la autopsia los expertos del Cuerpo Médico Forense, quienes ahora deben determinar si ese golpe se lo aplicó otra persona o si lo sufrió en alguna otra circunstancia.
Además, el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 34 reveló que la víctima «no presentaba orificios de bala, ni signos de abuso sexual u otras lesiones que indiquen que estuvo privada de su libertad».
La fiscalía confirmó que Giménez era «oriunda del Chaco, llegó a Buenos Aires junto a su madre Norma Laudelina Culacciatti, para someterse a un tratamiento médico» y que «ambas se alojaban en el hotel que la Asociación Mutual de Docentes de Chaco (Amudoch), tiene en el barrio porteño de Balvanera».
«La mujer fue vista por última vez el 16 de mayo. Ante su ausencia, la madre radicó la denuncia ante la comisaría 8 de la Policía Federal, por averiguación de paradero», agrega el comunicado.
En la autopsia, los forenses también detectaron múltiples politraumatismos y fracturas que se habrían producido post mortem por la acción de las máquinas compactadoras de basura, aunque ahora se esperan los resultados de los estudios complementarios.
Ayer, los médicos que realizaron el levantamiento del cadáver estimaron una data de muerte de entre 18 y 24 horas previas al hallazgo, es decir, entre las 11 y las 17 del lunes, por lo que ahora el fiscal Ballestrero debe intentar establecer dónde estuvo Giménez los 17 días que estuvo desaparecida.
Según contó ayer a la prensa la madre de la víctima, Paula desapareció a la 1.30 del 16 de mayo cuando salió del hotel en que se hospedaba desde unos días antes, situado en avenida Jujuy al 400, a comprar cigarrillos ya que era fumadora.
La mujer, oriunda de la ciudad chaqueña de Presidente Sáenz Peña, era una paciente psiquiátrica que había venido junto a su madre a Buenos Aires por una consulta médica ya que sufría de esquizofrenia.
Mientras su familia la buscaba, algunos testigos dijeron haberla visto deambulando a Giménez por los barrios de Once, Constitución y Liniers e incluso en una oportunidad la vieron descalza.
El cadáver de Giménez (31) apareció ayer alrededor de las 10 de la mañana en la cinta número 1 del predio de la Ceamse de José León Suárez, con el torso desnudo excepto por un top desgarrado y que vestía un jogging negro con tachas doradas en la parte inferior.
Al igual que sucedió hace casi un año con el crimen de Angeles Rawson (16), el cuerpo fue visualizado por los empleados en la cinta donde se separan residuos reciclables, quienes llamaron al supervisor y éste denunció el hecho al número de emergencias 911.
Los investigadores determinaron que el cuerpo llegó ayer a la madrugada desde la Capital Federal en un camión «herméticamente cerrado» desde la planta de transferencia ubicada en la zona porteña de Colegiales.
Por eso, los investigadores ya ordenaron el secuestro de las cintas de las cámaras de seguridad de la planta de la Ceamse de Colegiales.
Los pesquisas quieren establecer si en alguna de ellas se observa el momento en el que cae el cuerpo de Giménez desde alguno de los camiones de recolección de residuos sobre la cinta transportadora que deposita la basura en el camión que, luego, se dirigirá a la planta de José León Suárez.
De esa manera, en base al camión que recolectó el cuerpo se podría establecer su recorrido y la zona donde se encuentra el contenedor en el que fue arrojada la víctima.