| Cambios en el poder

La llegada de Echegaray a la AGN es una mala noticia para Lorenzetti

Cristina quiso imponer a Zannini pero se encontró con el rechazo de los gobernadores. El ex titular de la AFIP investigó al entorno del presidente de la Corte. Auditará sus gastos.

Echegaray llega con el respaldo de gobernadores del PJ.

Echegaray llega con el respaldo de gobernadores del PJ.

El desembarco de Ricardo Echegaray en la AGN está cruzado por las estrategia política de Cristina Fernández a días de dejar el poder.

La presidenta no puede permitirse signos de debilidad, así lo explica ella, y por eso la decisión de encumbrar a Echegaray en el organismo de control y a Héctor Recalde como jefe de bancada del peronismo en diputados.

Esta semana la presidenta se reunió en Olivos con los gobernadores de su partido. Ellos intentaron imponer a Eduardo Fellner en la AGN, que en realidad ya no está para esos trotes pero que era preferible a un hombre del kirchnerismo puro como Carlos Zaninni.
Hábil, en cuanto Cristina percibió que el nombre de Zaninni recibiría un veto mayoritario por parte de los gobernadores, jugó la ficha del jefe de la AFIP, quien no despertaba animosidad. Echegaray era preferible a una derrota.
El problema para el peronismo es que Echegaray no es un cuadro político y no tendrá mayores reparos en alinearse según su conveniencia.
Ya se ha contactado con miembros del equipo económico de Mauricio Macri e incluso ha deslizado que de las designaciones de Julián Alvarez e Ignacio Forlón en la AGN sólo una de ellas quedará en pie. La otra banca será para un peronista.

Echegaray desde la AGN deberá auditar a la Corte, o sea, a Ricardo Lorenzetti. Tiempo atrás la Cámara Federal reabrió  una causa contra  Echegaray, que había sido acusado de haber presionado al presidente de la Corte Suprema, con investigaciones fiscales contra su entorno.

En primera instancia, el juez Sergio Torres sobreseyó a Echegaray, pero luego  la Sala II de la Cámara anuló el fallo y le pidió al juez que tome medidas para investigar si esa supuesta presión fue tal; también, si Echegaray violó el secreto fiscal cuando hizo públicos datos sobre Lorenzetti. Firmaron esa sentencia los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun.

Pero luego, en julio de 2015, el juez Torres dictó un nuevo sobreseimiento, que finalmente quedó firme debido a que el fiscal Carlos Stornelli decidió no apelar esa medida.


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