| Juicio oral

La fiscalía pidió dos años y medio de prisión para Villa por violencia de género

Para la fiscalía se demostraron los hechos que fueron denunciados por su ex pareja.

La fiscalía pidió hoy una condena para el delantero de Boca Sebastián Villa de dos años y tres meses de prisión condicional en la causa donde se lo acusa de violencia de género.

El fiscal de Lomas de Zamora, Sergio Anauati, pidió hoy la pena de dos años y tres meses de prisión condicional al acusarlo de haber golpeado a su ex pareja Daniela Cortés cuando convivían en abril del 2020, hechos que calificó de “lesiones leves calificadas” y “amenazas”.

El jugador escuchó en la sala el alegato fiscal. “Se han acreditado los sucesos denunciados de violencia de género», señaló el fiscal, que lo acusó por los delitos de lesiones leves calificadas por el vínculo y por tratarse de un hombre con una mujer en concurso real con amenazas coactivas.

«Se encuentra acreditado que el 27 abril del 2020 en el country Saint Thomas en Canning, Villa le dijo a Daniela Cortés que le iba a arruinar su vida y le dio un golpe de puño en la frente, con un anillo que portaba, para luego tomarla del brazo y tirarla al suelo, para luego darle patadas”, sostuvo la fiscalía al comienzo de su exposición. Aseguró también que la joven se encontraba inmersa en un círculo de violencia.

Ejecución condicional

Los dos años y tres meses de prisión son lo que se conoce como “de ejecución o cumplimiento condicional”. ¿Qué significa?

En prácticamente todos los casos, cuando una persona recibe menos de tres años de prisión y es su primera condena, el cumplimiento de esa pena se deja en suspenso.

Es decir, el tribunal claramente lo considera responsable de ese delito pero no manda a la persona a prisión aunque si le fija una serie de reglas de conducta. Una de ellas podría ser pedir permiso para salir del país o decretar una prohibición de acercamiento a la víctima.

Para la fiscalía, hubo un contexto previo al incidente que refirió Cortés y enumeró que había habido una “escalada” de violencia que comenzó con celos de Villa hacia ella, algunos empujones que le daba y ella le restaba importancia, la ingesta de alcohol por parte del jugador y en una convivencia en medio de una pandemia decretada por aquel tiempo.

“Es suficiente para otorgarle credibilidad a su palabra”, dijo Anauati, quien agregó que “el debate permitió acreditar la forma de vinculación entre imputado y víctima. La fiscalía dijo que hubo “cosificación” por parte de VIlla hacia ella.

Otras pruebas

Además, dijo que más allá de los dichos de la víctima existieron otras pruebas tales como el análisis que hizo la técnica en minoridad Mónica Juárez quien estuvo con la denunciante horas después del hecho donde ella llamó a la policía.

La vio “angustiada”, “muy temerosa de lo que podía pasar a su familia” y con “moretones en sus brazos” y después “consideró que el riesgo en que se encontraba Cortés era alto”.

El fiscal preguntó si esos rastros de violencia los pudo provocar la víctima o Villa la agredió, y concluyó que el contexto hacen creíbles los dichos de la mujer al denunciar la situación de violencia de género.

Para Anauati es inverosímil y “sin apoyatura en ningún elemento” que Cortés haya dicho mentiras.

Los allegados amigos o que tuvieron vínculo laboral con Villa se han colocado aquí en una posición virtualmente de ataque a la señora Cortés: “no la dejaba ir a encuentros, era celosa, él tenía que defenderse de sus agresiones”.