Por Rafael Saralegui

Seguimientos, tareas de inteligencia, captación de comunicaciones, investigaciones extrajudiciales. Son algunas de las conclusiones que aparecen un un peritaje de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) luego de haber analizado los dispositivos electrónicos del falso abogado Marcelo D´Alessio, detenido y procesado por el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla.

El magistrado le pidió a la CPM que realice un análisis de los registros de las actividades del falso abogado detenido, tras haber sido denunciado por haber pedido 300 mil dólares a un productor agropecuario en nombre del fiscal Carlos Stornelli, quien no se presentó a su declaración indagatoria.

La CPM es el organismo que resguarda los archivos del espionaje ilegal realizado por la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Con ese bagaje de experiencia es que el juez pidió un peritaje sobre la documentación hallada en la casa de D´Alessio y lo que aparece en sus registros informáticos.

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“De manera preliminar y a las resultas de futuras medidas de prueba, se detectaron numerosos indicios de inteligencia ilegal. Entre ellos: realización de tareas de inteligencia e investigación criminal sin la debida formalización en el marco de causas concretas bajo jurisdicción de una autoridad judicial; obtención de información, producción de inteligencia y almacenamiento de datos de personas por su opinión política y/o pertenencia partidaria y/o por su actividad lícita y realización de actividades de inteligencia con el objetivo de influir en la vida personal, en la situación institucional, política y económica del país y en su política exterior, así como en la opinión pública a través de los medios de comunicación. También se llevaron a cabo la captación de comunicaciones, el acceso al registro de migraciones y el acceso a información estatal y privada reservada, todo esto sin la debida autorización judicial y por lo tanto por fuera de la ley”, describió la CPM.

“Según el relevamiento preliminar realizado, se pudieron advertir prácticas de inteligencia ilegal realizadas por D’Alessio. Entre las mismas se pudo establecer el acceso a información sensible no pública de organismos estatales, la realización de seguimientos a distintas personas sin orden judicial y las denominadas técnicas “de ablande” con el objeto de coaccionar personas para posibles actos extorsivos. El destino de dichas actividades concluía con la incorporación de sus testimonios en causas que investigan hechos de corrupción”, agrega el organismo.

Para el juez, D´Alessio era parte de una asociación ilícita que obtenía dinero mediante extorsiones -al productor Pedro Etechebest le pidieron 300 mil dólares para no involucrarlo en la causa de los cuadernos- y que además realizaba diversas tareas sin pertenecer a ninguna agencia de seguridad nacional. En la causa están detenidos además dos ex comisarios que estaban contratados en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El elemento clave es saber que rol cumplía Stornelli dentro del grupo.

Pero el fiscal no quiso dar explicaciones ante el juez, quien lo imputó de ocho hechos concretos. El pedido de dinero quizás no es lo más grave, sino el armado de cámaras ocultas para perjudicar a abogados defensores de imputados en la causa de los cuadernos es lo que puede revestir mayor gravedad. D´Alessio alardeaba de sus vínculos con agencias de seguridad norteamericanas como la DEA y en los programas de televisión era presentado como experto en narcotráfico. Resta determinar también el papel del periodista Daniel Santoro en la trama. El dijo que el detenido era su fuente y nada más. Pero las fotos en su casa, acompañados por sus esposas, hablan de una relación más estrecha.