Venticuatro jurados populares fueron elegidos en el marco del debate oral al que será sometido desde el 14 de marzo próximo el traumatólogo Marcelo Macarrón por el crimen de su esposa Nora Dalmasso, asesinada en noviembre de 2006 en su casa del barrio Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto, informaron fuentes judiciales.
La audiencia comenzó a las 9 en la sede de la Cámara Primera del Crimen 2 riocuartense con la participación de los 48 preseleccionados la semana pasada mediante un sorteo electrónico del padrón de la Segunda Circunscripción Judicial.
Fuentes judiciales informaron a Télam que, en forma presencial, las partes seleccionarán 24 jurados (8 titulares y 16 suplentes) que a partir del 14 de marzo juzgarán a Macarrón.
A su vez, la selección deberá respetar el cupo por género, es decir que deberá haber igual cantidad de mujeres y de hombres.
En tanto, las mismas fuentes señalaron que aún no se fijó el número de testigos y de audiencias que tendrá el juicio por el crimen de «Norita».
El delito
A Macarrón, quien llegará al debate en libertad, se lo juzgará por el delito de «homicidio calificado por el vínculo, alevosía, y precio o promesa remuneratoria» en calidad de «instigador», que prevé la pena de prisión perpetua.
A fines de septiembre de 2019, el fiscal Luis Pizarro -el quinto fiscal que tuvo la causa- cerró la investigación y elevó el expediente a juicio con el viudo como el único sospechoso.
Por su parte, Facundo Macarrón, hijo de la pareja -y que también estuvo imputado en la causa aunque finalmente fue sobreseído- publicó en diciembre pasado una carta pública en la que cuestionó a los funcionarios judiciales que intervinieron en la pesquisa, al considerar que en 15 años arribaron a un «fracaso investigativo» a raíz de las «pésimas acciones y omisiones» que cometieron.
«Durante estos 15 años, mucho se habló, mucho se escribió, mucho se apuntó con el dedo a nuestra familia. Nuestro dolor es hoy mucho más grande por la impotencia que nos produce saber que ninguno de los fiscales intervinientes en la investigación buscó con seriedad ni profesionalismo al asesino de mamá. Ninguno de ellos se ocupó de darnos una respuesta como familia, y menos como sociedad», sostuvo.
A su vez, el viudo siempre aseguró ser inocente y dijo que al momento del crimen él se encontraba en la ciudad uruguaya de Punta del Este donde disputó, y ganó, un torneo de golf junto a unos amigos.
El cuerpo
El cadáver de «Norita» (51) se encontró en la madrugada del 26 de noviembre de 2006 en su casona del exclusivo barrio Villa Golf de Río Cuarto, en el sur de la provincia de Córdoba, donde residía con el traumatólogo Macarrón (60), con quien tenía dos hijos, Facundo, quien por entonces vivía en la capital y Valentina, que para esa fecha estaba de viaje.
Durante la investigación se siguieron varias hipótesis, como crimen durante un juego sexual, abuso sexual seguido de muerte, femicidio y asesinato por encargo, en tanto las pericias determinaron que Nora murió por asfixia por estrangulamiento y su cuerpo semidesnudo quedó tendido en la cama de su hija.
En el transcurso de la causa fueron sospechosos, además del viudo, el exasesor del gobierno cordobés Rafael Magnasco, el pintor Gastón Zárate, y Facundo Macarrón, aunque todos ellos fueron finalmente sobreseídos.
Los peritos hallaron en la escena del crimen el patrón genético del linaje Macarrón (haplotipo Y) y ese elemento fue clave primero para acusar a Facundo y posteriormente para apuntar al viudo, quien siempre reconoció que antes de viajar tuvo relaciones sexuales con su esposa.
El perejil
En tanto, Zárate a quien se apodó en Río Cuarto como «perejil» y hubo marchas en su favor cuando estuvo unos días preso y se lo desvinculó del crimen más rápidamente que el hijo de Nora, cuyo sobreseimiento demoró seis años.
A Macarrón lo procesó en marzo de 2016 por el anterior fiscal Daniel Miralles, quien inicialmente puso en duda la coartada de que se encontraba en un torneo de golf en Punta del Este cuando ocurrió el asesinato y lo acusó de «homicidio calificado por el vínculo» solamente.
Cuando el fiscal Pizarro se hizo cargo de la causa modificó la hipótesis y consideró que el viudo contrató un sicario para matar a su esposa mientras él estaba ausente en su viaje por Uruguay.