| Analizó renunciar

Elena Highton de Nolasco, furiosa con el operativo clamor de Lorenzetti

La única jueza mujer de la Corte evaluó irse en una reunión con sus más íntimos para que haya dos vacantes y se destrabe la situación en el máximo tribunal.

Highton está cansada de las maniobras de Lorenzetti.

Highton está cansada de las maniobras de Lorenzetti.

Elena Highton de Nolasco está furiosa con Ricardo Lorenzetti. Considera que la actitud del juez de poner en duda la asunción del próximo mandato al frente de la Corte Suprema de Justicia es una operación política por la cual Lorenzetti pretende salir más fortalecido.

Esta tensión, que se suma a otros focos de pelea, están precipitando todos los acontecimientos al punto que la jueza ha comenzado a barajar la idea de renunciar a la Corte, dijeron fuentes del máximo tribunal.

“Yo tengo fatigas un poquito más duras que la moral”, dice con sorna Highton. La jueza designada por Néstor Kirchner tuvo hoy a la mañana una reunión en la cual solo intervinieron su hija “Elenita”, su esposo Alberto Nolasco (“el Negro”, para los amigos) y el secretario Damián Font.

Ante ese grupo Highton dio a entender que si su renuncia destraba la difícil situación que atraviesa el tribunal, está dispuesta a llevarla ella misma hasta la residencia de Olivos.

“Con dos vacantes esto se arregla en quince minutos, los radicales mueren por un cargo en la Corte que hace años que no tienen”, aseveró la jueza ante sus íntimos. El Gobierno propuso al joven Roberto Carlés para ocupar el lugar dejado vacante por la renunica de Raúl Zaffaroni, pero la oposición se niega a darle los votos necesarios.

Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y ella misma fueron promovidos por el peronismo. Carlos Fayt siempre se definió como socialista. La UCR no tiene ninguna vocalía en la Corte, a pesar de la amistad con Lorenzetti que siempre presume Ernesto Sanz.

Mañana será un día definitivo porque Highton tendría pautado reunirse con Carlos Zaninni y con el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro.

Ese encuentro demuestra que a fin de cuentas nada fue como se imaginaba en un principio. Highton llegó a la Corte como un gesto del Gobierno (en ese entonces la avalaba Alberto Fernández) en un plan para enviar al Senado una candidato más de centro luego de las propuestas del garantista Zaffaroni y de Carmen Argibay, que también estaba vinculada a ideas progresistas.

Al final, Argibay desarrolló un perfil más enfrentado al kirchnerismo mientras que Highton siempre se mostró conciliadora. En esta actitud siempre tuvo un rol prominente su marido, que tiene muchos contactos en el PJ desde el dato biográfico de que es sobrino de Arturo Jauretche.


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